Los cartujos permitirán a las mujeres ver los frescos de Goya
El presidente del Gobierno aragonés, Santiago Lanzuela, anunció ayer, acompañado de Carlo Ferrari, prior de la cartuja Aula Dei, que este mismo año las mujeres podrán contemplar los frescos que Goya pintó en la iglesia de la cartuja zaragozana. Las pinturas estaban vetadas hasta ahora para los ojos femeninos. Concluye así una larga polémica que arreció en marzo de 1996, cuando el año Goya arrancó en Aragón y la sala que contiene en metros la mayor de las composiciones del pintor de Fuendetodos fue incluida en el circuito Goya, sólo que a la iglesia únicamente podían entrar los hombres dos días a la semana.
La solución estará lista en seis meses y ha llegado tras dos años de pugna, con intervenciones y protestas que acabaron con la exclusión de las visitas masculinas del circuito programado por el Gobierno aragonés. Ahora, la gran cartuja de Francia ha dado el plácet, que se comunicó al Gobierno de Aragón a través de la Secretaría de Estado del Vaticano. Hasta ahora, ni siquiera lasgestiones con el Vaticano habíandado fruto: la orden de San Bruno nunca había modificado su regla, "porque no había nada que modificar", y en Roma contestaban que eran los monjes, según el nuevo derecho canónico, los que tenían la potestad deabrir o no ese espacio a las mujeres.
Tres mujeres
Fue un Goya joven quien en 1774 pintó 11 frescos que representan escenas de la vida de la Virgen. De esas pinturas se conservan siete. En tiempos en que la orden abandonó el convento, durante la desamortización de Mendizábal, su deterioro fue grave. A principios de los noventa, Teresa Grassa y Carlos Barboza restauraron los frescos. Grassa fue una de las tres mujeres, junto con una reina y una secretaria judicial, que ha podido entrar en ese recinto.El año Goya supuso que un grupo de mujeres se organizasen para poner en evidencia la injusticia de que un recinto, restaurado con fondos públicos y declarado bien de interés cultural, estuviese vetado a ellas. Se pidieron informes al Justicia de Aragón y hubo preguntas en el Congreso de los Diputados. El Instituto Aragonés de la Mujer también elevó su protesta. Ayer, su directora, Cristina San Román, no ocultaba la satisfacción. En seis meses se dará una solución que respetará la intimidad de los monjes.
Pilar López, concejala en el Ayuntamiento de Zaragoza, aseguró: "Ya era hora. Nosotras nunca hemos querido interferir en la vida monacal, pero no es de recibo que algo que es patrimonio de todos esté vetado a la mitad de la población". El presidente Lanzuela agradeció la intervención del prior de la cartuja de Zaragoza: "Su mediación ha sido muy importante para encontrar una solución". En seis meses, un arquitecto de Patrimonio del Gobierno aragonés tendrá listo el proyecto de acceso.
Babelia
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