Las autoridades educativas alertan contra la oferta engañosa de títulos universitarios

Decenas de centros privados distribuidos por toda España y no autorizados oficialmente ofrecen títulos de enseñanzas extranjeras de nivel universitario a través de una publicidad que las administraciones educativas califican de "engañosa". Los alumnos, especialmente los que no han superado la selectividad o no han llegado a la nota exigida para el ingreso en los centros públicos más saturados, pican, pagan la matrícula, que puede alcanzar hasta el millón de pesetas por curso, y descubren al término de la carrera que no pueden homologar el título con uno oficial del Estado.

Las comunidades autónomas más afectadas por el fenómeno son las de Madrid y Barcelona, coincidiendo con el crecimiento de la bolsa de alumnos desviados de su preferencia a causa de la nota de selectividad, lo que comenzó a incrementarse a partir de 1991. Desde entonces, entre septiembre y octubre, multitud de anuncios en los que se ofrece la panacea académica vienen poblando las páginas de los periódicos. Otras comunidades como Andalucía, Sevilla, Cantabria y Galicia han empezado a tomar cartas en el asunto.

Antes de matricularse

La recomendación de las administraciones educativas a los padres de que se dirijan a los servicios de información universitaria de las consejerías autonómicas antes de formalizar la matrícula ha sido publicada en la prensa en diversas ocasiones. Sin embargo, siguen dándose errores en numerosas familias, que confunden el alcance de términos como licenciatura, diplomatura, homologación y convalidación del título, denominaciones con gancho utilizadas en los anuncios.No todos los centros privados juegan a la confusión, y la calidad de estudios difiere: algunos imparten un alto nivel de formación, trabajan con seriedad, informan de que sus títulos no son oficiales y no practican publicidad ambivalente.

Pero en la mayoría de los casos son centros no reconocidos que operan como "empresas en franquicia" de universidades americanas y anglosajonas: montan la empresa con el nombre de una universidad extranjera, con la que previamente han firmado un convenio por el que compran el título, y después lo venden a través de unos estudios cursados en España, en ocasiones con un periodo más o menos largo de asistencia a las clases de la universidad madre en el país de origen. Al término de la carrera (suele ser de cuatro años), ésta universidad matriz emite el título. Hasta ahí, cómo simple negocio privado dedicado a la enseñanza, no hay confusión.

El problema se plantea en las solicitudes de homologación y en las fórmulas de oferta: una nebulosa de materias (principalmente idiomas, marketing, informática) bajo el anuncio de "licenciatura, diplomatura, ingeniería, arquitectura, titulaciones superiores a nivel licenciaturas en Europa", y, para mayor gancho, en algunos casos con la apostilla "sin selectividad", un señuelo importante, ya que se sabe que una selectividad no superada hace imposible alcanzar una licenciatura oficial, salvo que se recurra a la vía mayor de 25 años de la UNED. Licenciatura o diplomatura son denominaciones reservadas por decreto exclusivamente a los estudios oficiales.

La lista de este tipo de centros y el número de sus alumnos es incalculable. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, se contabilizaron en 1995 más de ochenta centros. Y la Subdirección General de Títulos, Convalidaciones y Homologaciones del Ministerio de Educación dispone de una relación, todavía incompleta, de 35 instituciones sospechosas en toda España.

Algunas de estas empresas se las tienen que ver con expedientes de Industria y Consumo, como ha ocurrido en varios casos en Cataluña; o con circulares y comunicados enviados por correo, en Cantabria; o con cartas de advertencia, como en Madrid, donde la lista ha bajado desde 1995 a 20.

A la publicidad engañosa se suma la picaresca de algunos estudiantes que, aun sabiendo que sus títulos no son oficiales, no se conforman y solicitan la homologación en la Subdirección General de Títulos. Si el centro no ha sido reconocido, el expediente ni siquiera es admitido a trámite.

De las 5.000 solicitudes de homologación de títulos extranjeros que recibió esta subdirección en 1996, alrededor de 150 (denegadas) provenían de alumnos de estos centros de denominación extranjera, y existe el temor de que haya miles de peticiones potenciales. Algunos de estos títulos extranjeros, en particular los cursados a través de centros de las cámaras de comercio, están avalados por universidades públicas españolas como título propio (no oficial), y hay alumnos que pretenden homologarlos: tampoco son admitidos a trámite por la Subdirección de Títulos.