El plan contra la violencia doméstica, pendiente de dotación presupuestaria

El plan de acción sobre violencia contra las mujeres que prepara el Gobierno desde hace meses está prácticamente ultimado, pero aún no tiene presupuesto. No es el único problema para su aplicación porque, aunque ya va por el tercer borrador, las medidas son todavía "demasiado generales", según las asociaciones de mujeres. El PSOE va más lejos y exige al Ejecutivo que deje de anunciarlo y lo ponga en marcha.

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Javier Arenas, se ha comprometido a aprobar el plan de acción "a finales de marzo o principios de abril". Pero eso no significa que las medidas que contiene se pongan inmediatamente en marcha. Sólo una vez aprobado de forma definitiva -probablemente en la reunión de la conferencia sectorial de la Mujer en Oviedo, aún sin fecha fijada- se comenzará a hablar de dinero y, sobre todo, de quién y cómo se va a financiar, según confirmó un portavoz del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, para quien esto no supone "ningún problema". En la elaboración del plan participan cinco ministerios -Trabajo y Asuntos Sociales, Sanidad, Justicia, Interior y Educación- y los Gobiernos de las comunidades autónomas que deberán, en principio, repartirse los gastos.La responsable de Participación de la Mujer del PSOE, Micaela Navarro, considera una barbaridad" elaborar un plan sin dotarlo "paralelamente" de presupuesto. Y pone ejemplos. Andalucía y Castilla-La Mancha, gobernadas por los socialistas, se han adelantado al Gobierno y cuentan ya con su propio plan de choque. En el caso andaluz, el proyecto, aprobado el 12 de febrero, ha sido dotado con una partida presupuestaria de más de 2000 millones de pesetas para el periodo 1998-99.

Por eso Navarro pide al Gobierno que "deje de hablar de una vez por todas del plan de choque y lo ponga en marcha". Lo que significa que le adjudique un presupuesto.

Una queja de las asociaciones de mujeres, compartida por los socialistas, reside en el carácter "general y poco específico" de las medidas que contempla el plan. El proyecto prevé actuaciones en seis ámbitos diferentes: social, preventivo, educativo, sanitario, legislativo y de investigación.

El texto habla por ejemplo de "establecer medidas de confidencialidad que protejan la seguridad de las mujeres", pero no cita cuáles;, o de "incentivar a los centros escolares para que elaboren materiales dirigidos a la prevención", pero no los especifica.

Ni siquiera las medidas anunciadas públicamente por Arenas -creación de una Oficina de Asistencia a las Víctimas, subvenciones a las ONG que trabajan con mujeres maltratadas, o la realización de campañas educativas para la igualdad- han sido cuantificadas.

El borrador tampoco recoge todavía qué organismo será el encargado de hacer efectivas las medidas. Todas estas circunstancias pueden retrasar la aplicación de un plan que fue calificado de "urgente" por el propio ministro de Trabajo y Asuntos Sociales y que pretende atajar la violencia doméstica que el año pasado se cobró 91 víctimas.

Cuatro hombres han sido detenidos en relación a la muerte de dos mujeres en los últimos días. En Lleida, agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer a Julián Sarabia Rodríguez, de 38 años, a su hijo C., de 15, y a Miguel Angel U. L., de 18, amigo del menor, por su presunta relación con la muerte de María Dolors Rubio, de 40 años, esposa de Julián, al que había denunciado en varias ocasiones por malos tratos, y madre de C. La mujer apareció asesinada el pasado 20 de febrero en su domicilio.

Los investigadores del crimen, en cuyo esclarecimiento ha participado el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Barcelona, sospecharon desde el primer momento de las personas más allegadas a María Dolors Rubio, informa Lluis Visa.

Por otra parte, la policía detuvo el martes a Rafael R. A., de 53 años, como presunto autor de la muerte y descuartizamiento de Esperanza V., una prostituta con la que convivía y cuyo cadáver apareció en un descampado el 14 de septiembre. El detenido era además proxeneta de la víctima, que le había denunciado en una ocasión por agresión. Tras averiguar la identidad de la mujer, las sospechas de la policía recayeron sobre él.