PASTA PRINCIPESCA
A Carlos de Inglaterra no le gusta la gastronomía nacional, según informaba ayer el dominical Sunday Times. El heredero de la soberana Isabel II prefiere los platos ligeros a los guisos muy elaborados, y adora la pasta italiana. Sus favoritos son el pan con albahaca y piñones, los ñoquis al pesto y el helado de vainilla con whisky de malta. Para horror de los editores de un libro que recoge recetas del mundo entero, dicho menú figura en el apartado dedicado a las delicias culinarias del Reino Unido. A pesar de las sugerencias de la responsable de la obra, Wendy Hobson, el salmón escocés, el cordero a la menta o incluso el rosbif, auténticos clásicos de la mesa británica, no obtuvieron el favor principesco. Carlos produce en su hacienda galletas, sidra, limonadas y pan, pero sus propios gustos están bien lejos de su tierra. Según portavoces palaciegos, los platos remitidos a la editorial Marco Tiffany siguen en pie y no cambiarán aunque se le echen encima, como ya empieza a pasar, todos los restauradores del país.-
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