Las drogas anticancerosas pueden bloquear el acceso a tumores sólidos
El excesivo tamaño de las moléculas dificulta la terapia
Agentes anticancerígenos utilizados en terapias para destruir una variedad de tumores en los pulmones, cerebro, mamas u otros órganos, son armas de doble filo y pueden bloquear irremediablemente terapias futuras, según un estudio de la Escuela de Medicina de la universidad estadounidense de Harvard y el Hospital General de Massachussetts, en la ciudad de Boston, que se publica hoy.
La investigación, publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, es la primera que mide el tamaño exacto y variable de los Poros de los vasos sanguíneos que rodean a los tumores sólidos. Mientras los tumores logran a veces empequeñecerse por el efecto de los agentes utilizados en la quimioterapia, terapia genética o inmunológica, al mismo tiempo los poros microscópicos de los vasos- sanguíneos que rodean al tumor se encogen, de tal forma que los agentes anticancerígenos no pueden continuar el camino para llegar a su destino. También terapias nuevas pueden fallar porque las moléculas de las drogas anticancerígenas son demasiado "pesada" o "anchas" para traspasar los poros de los vasos sanguíneos.Este estudio sugiere un cambio ''fundamental en el diseño de los agentes anticancerígenos, que deben ser más pequeños y más ágiles", dice Rakesh Jain, director del laboratorio Edwin Steele de Harvard, especializado en biología de tumores.
Enamorados
Jain, un ingeniero químico hindú de 47 años que vive desde 1972 en Estados Unidos, advierte que el público, los inversores en investigación científica y los gobiernos están "tan enamorados de las nuevas y avanzadas terapias genéticas... Miran a Mercedes Benz y Lamborghini... Pero no piensan: ¿Pueden estas terapias pasar por las puertas? La sociedad gasta todo su dinero en los automóviles y no en las infraestructuras".En el laboratorio se descubrió que el tamaño de los poros de los vasos sanguíneos variaba en seis tipos de tumores. Los tumores en las mamas, por ejemplo, tenían mayores aperturas que los localizados en el hígado. "Todo esto demuestra", advierte Jain, "que no se puede diseñar una droga de la que se espere que funcione para todos los tumores".
Además, la investigación demostró que algunos agentes anticancerígenos que funcionaban efectivamente en el laboratorio fallaban completamente al ser utilizados en el organismo. "El estudio sugiere que estas drogas no tienen la posibilidad de probar sus poderes para destruir el cáncer porque han sido diseñadas de un tamaño demasiado grande en relación a las puertas microscópicas por las que tienen que pasar".
También algunas terapias con agentes anticancerígenos pierden su efecto y muchos lo adjudican al desarrollo de una resistencia. Jain está convencido que los resultados desilusionantes se deben- a que "los agentes quimioterapéuticos pueden, al empequeñecer los tumores, empequeñecer también los poros de los vasos sanguíneos y finalmente cierran las puertas detrás de ellos".
Según los resultados de la quimioterapia, existen tres grandes grupos de cánceres, explica Eduardo Díaz Rubio, jefe de oncología del hospital San Carlos, de Madrid, informa Uno: tumores quimiocurables (linfomas, germinales, y algunos infantiles) en los que la quimio consigue unos "resultados excelentes, hasta un 90% de curación". Dos: tumores quimiosensibles, que son los más frecuentes (mama, pulmón y colon), en los que su papel es ''aumentar la supervivencia y la calidad de vida, no curar'', advierte Díaz Rubio. Y tres: tumores quimiorresistentes: (cánceres de hígado y páncreas), sobre los que el beneficio de la quimio "es dudoso", opina el oncólogo
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