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Reportaje:

Las compañías de telecomunicaciones toman posiciones ante Internet 2

MCI y Qwest lideran dos proyectos de redes de alta velocidad

Tomàs Delclós

Las empresas Qwest, Cisco y Nortel han presentado esta semana su propia oferta de una conexión rápida para el proyecto Internet2, impulsado por las universidades norteamericanas desde hace dos años. La empresa de telecomunicaciones MCI desarrolla desde 1995 una red de alta velocidad con esta finalidad. La saturación de Internet ha empujado a buscar una red alternativa que permita no sólo más velocidad sino la transmisión fiable de aplicaciones multimedia. Se trata de una red para grandes instituciones o empresas que, en la etapa inicial, no sería accesible al usuario individual. El suministro de esta línea de alta velocidad es un reto clave para las grandes empresas de telecomunicaciones que empiezan a concretar sus ofertas.

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En 1995, la National Science Foundation firmó un acuerdo de cooperacion con la MCI para desplegar una red de alta velocidad (VBNS) que el año pasado contaba con unos 22.000 kilómetros. Esta semana, las empresas de informática y telecomunicaciones Qwest, Cisco y Nortel han presentado el proyecto Abilene, que al amparo de la fundación público-privada Corporación Universitaria para el Desarrollo Avanzado de Internet (UCAID), ofrece conexiones de alta calidad. Qwest ya dispone de una línea de fibra óptica entre Nueva York y Los Angeles y asegura que su proyecto es el que ofrece más velocidad. La Administración norteamericana valora la oferta de Qwest en una cifra que ronda los 500 millones de dólares (más de 75.000 millones de pesetas) en tres años.La empresa Qwest asegura que su oferta no tiene nada que ver con los esfuerzos de la empresa en el desregulado sector de la telefonía a través de Internet. La semana pasada, la Comisión Federal de Comunicaciones dictaminó que las compañías que sirven llamadas por Internet no pueden considerarse transportadores de larga distancia, lo que les permite escapar a las normas actualmente vigentes en aquel país para las grandes compañías telefónicas; y planteó la oportunidad de corregir esta situación.

¿Quiénes son los clientes? En 1996, algunas universidades norteamericanas fundaron el proyecto Internet 2, con el patrocinio de la UCAID. El proyecto Internet 2 agrupa a más de 100 universidades norteamericanas en el objetivo de conseguir conexiones que satisfagan sus necesidades. Un proyecto que ampara el programa de Clinton Próxima Generacion de Internet. En el discurso a la Nación de 1997, el presidente de Estados Unidos ya planteó la urgencia de conseguir una nueva Internet que fuera de 100 a 1.000 veces más rápida.

En las páginas digitales de la Corporación Universitaria para el Desarrollo de Internet se explica que el proyecto Abilene ofrece una alternativa complementaria al de VBNS. "Cada institución tomará la decisión individual sobre qué proveedor satisface sus necesidades para el dearrollo de aplicaciones avanzadas en su campus. Algunas universidades de Internet2 ya están conectadas con VBNS. No todos los miembros deben conectarse necesariamente con Abilene. En el bien entendido de que una institución conectada con uno de los servidores debe poder acceder a otra institución con otro servidor".

En ambas ofertas hay empresas claves. La firma de telecomunicaciones MCI tiene como vicepresidente a Vinton Cerf, uno de los fundadores de Internet.

En su última visita a Madrid, Cerf explicó a EL PAÍS que en el futuro es posible que los routers [distribuidores] encaminen con preferencia y a más velocidad -y coste- los paquetes informáticos etiquetados para redes de alta velocidad; y los otros paquetes, menos pesados, tengan una circulación menos veloz y más barata. Precisamente la empresa líder en routers, Cisco, se ha integrado en el proyecto de Qwest.

El coste de esta nueva red será muy superior al de usar la actual Internet y los mismos promotores de Internet 2 no creen que los accesos comerciales a la misma existan antes de cinco años. No se trata de sustituir Internet por una segunda red más cara para el usuario. Se trata de que quien quiera acceder a un grado de velocidad y fiabilidad necesario para determinadas operaciones pueda hacerlo pagando por ello. Según explicó por correo electrónico Beth Gaston, de la NSF, a este diario "por ahora se mantendrán dos niveles. Para determinados usos comerciales, las compañías podrán utilizar esta red en lugar de la Internet regular pero, al menos por bastante tiempo, las dos redes convivirán separadamente". La abuela que envía un correo electrónico a su nieto ni necesita Internet 2 ni tendrá que pagarlo.

El futuro de la red es díficil de concretar en el cómo y el cuándo. En principio habrá dos redes pero hay que esperar y ver. Europa podrá acceder a estas nuevas redes a través de la Star Tap, una infraestructura promovida por la NSF para facilitar las conexiones internacionales.

Las aplicaciones de esta red más rápida son vitales para las universidades. Se trata, por ejemplo, de poder usar a distancia un microscopio electrónico, relacionar varios ordenadores que están a kilómetros de distancia o colocar a los participantes en una videoconferencia en una habitación común para que puedan manipular unos mismos materiales.

La ciruguía a distancia sólo será fiable si el robot puede cumplir al instante y sin error las órdenes del cirujano. La nueva red ha de permitir, en un segundo, la transmisión de 32 copias de un denso libro de 300 páginas.

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