Un inicio accidental
Enrique Díaz de Rada (San Sebastián, 1959) comenzó en el teatro de forma casi accidental, con pequeños papeles en el Instituto Peñaflorida de San Sebastián. Pasó a formar parte de una asociación semiprofesional y se trasladó a Barcelona para compaginar los estudios de Filología Hispánica y Arte Dramático. Paradojicamente no finalizó la carrera de arte y se fue alejando de este mundo hasta que volvieron a tocar a su puerta. "Tuve la mala fortuna de comenzar con una obra infantil que tuvo un éxito enorme. Y hasta hoy". Nunca se ha quedado esperando a recibir las propuestas de las productoras, fue empresario con Orain y Tanttaka y en su largo currículo figuran trabajos con los Louvier´s. El año pasado hizo Todo está oscuro, de Ana Díez y ahora, este actor que ha alcanzado la popularidad con ETB, tiene en perspectiva dos proyectos de cine.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.