Un responsable argelino confirma la existencia de cárceles secretas

, Al tiempo que la prensa de Argel da cuenta de nuevos actos de violencia terrorista y de la muerte de 80 presuntos islamistas en el oeste del país, el presidente del Observatorio Nacional de los Derechos Humanos (ONDH), Kamel Rezzag Bara, ha confirmado la existencia de «centros secretos de detención» en diversos lugares del país en los que hay «un cierto número de prisioneros». El ONDH, considerada como la única organización oficial en esa materia, afirma que muchas de las personas denunciadas como desaparecidas «se han unido a los grupos armados o han abandonado clandestinamente Argelia».

En una entrevista con el diario Al Jabar, Bara ha confirmado que los tribunales examinan actualmente 128 casos de «abuso de autoridad» imputables a las fuerzas de seguridad argelinas. Tres organizaciones internacionales -Amnistía Internacional, la Federación Internacional de Derechos Humanos y Human Rights Watch- han denunciado la existencia de «miles de casos de tortura, de desapariciones y de ejecuciones extrajudiciales».

La violencia terrorista sigue marcando la vida cotidiana de una población cansada y exasperada de su indefensión y por la inseguridad que reina en el país. Once personas fueron degolladas el viernes cerca de Jemis Miliana, a 100 kilómetros al oeste de la capital, cuando los dos camiones y el taxi en el que viajaban fueron interceptados en un falso control de carretera. Los falsos controles se han convertido en auténtica pesadilla. Nadie puede saber si quienes dan el alto son gendarmes, patriotas (milicias de autodefensa armadas por el régimen) o terroristas: todos ellos visten igual y utilizan idéntico armamento.

Los periódicos de la capital han informado también sobre varias operaciones aniterroristas llevadas a cabo en diferentes regiones, en el curso de las cuales han sido abatidos 80 presuntos guerrilleros islamistas. En una de ellas, desarrollada en las montañas Mizeb, en las cercanías de Tlemcen (extremo oeste argelino), murieron entre 30 y 37 integristas. En esta operación, que dura ya una semana, el Ejército moviliza unidades motorizadas, así como aviones y helicópteros que sobrevuelan la zona durante varias horas al día. Este despliegue es visible desde el territorio marroquí.