El sindicalista que izó la "ikurriña"

El hombre por el que toda Navarra guardará tres días de luto oficial decretados por sus instituciones había nacido en 1935 en Alfaro (La Rioja). Tomás Caballero Pastor, padre de cinco hijos y abuelo de ocho nietos, disfrutaba desde el pasado mes de agosto de su condición de jubilado tras haber trabajado durante 42 años como topógrafo en la empresa Iberdrola.Además de su temprana vocación política por la democracia, que le llevó a ser consejero foral navarro entre 1974 y 1978 y concejal del Ayuntamiento de Pamplona entre 1971 y 1978 por el entonces denominado tercio sindical, un sistema de representación popular en plena dictadura franquista, Caballero se destacó en los últimos años de su trabajo municipal por su contundencia verbal frente al terrorismo y la violencia.

El concejal asesinado ocupó incluso la alcaldía accidental de Pamplona entre octubre de 1976 y abril de 1977, y bajo su mandato tuvo lugar un hecho sin precedentes en Navarra: se izó por vez primera de forma oficial la ikurriña, la bandera del País Vasco, en el balcón de la Casa Consistorial de Pamplona, atendiendo a un acuerdo municipal aprobado en tal sentido.

Inquietud política y cultural

El compromiso político de Tomás Caballero le impulsó a formar parte en la primera campaña de las elecciones legislativas de la transición en el llamado Frente Navarro Independiente (FNI), junto a políticos como los socialistas Víctor Manuel Arbeloa y Jesús Malón, una experiencia política que desapareció en poco tiempo. Posteriormente, formó parte de la llamada Operación Roca impulsada por el político catalán Miguel Roca en su intento de extender por España la fórmula d el Partido Reformista.En 1979 cesó en su cargo de concejal y abandonó la política activa durante muchos años. Además de su tarea política, Caballero tuvo una intensa actividad sindical.

Militó en la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), presidió el Consejo de Trabajadores de Navarra entre 1967 y 1973, así como el sindicato de Trabajadores de Agua, Gas y Electricidad de Navarra (1966-77) y la Asociación Sindical de Trabajadores Eléctricos Independientes de España (1979-1987).

En julio de 1995, Tomás Caballero fue elegido concejal del Ayuntamiento en el puesto número tres de las listas de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y ocupó la portavocía del mismo en octubre de 1996, sustituyendo a Santiago Cervera, actual consejero de Salud y portavoz del Gobierno de Navarra. Caballero era afiliado a UPN desde el año 1993 y miembro de su Consejo Político. "No sólo he perdido a un compañero de partido, sino a un gran amigo, a un defensor de las libertades y las causas más nobles", señaló ayer el presidente de Navarra, Miguel Sanz, conteniendo sus lágrimas de emoción.

"Tomás nos ha dado el ejemplo. Lo vamos a seguir. El precio que ha pagado por ser un representante demócrata del pueblo ha sido su asesinato. Hace pocas fechas yo personalmente", reconoció Sanz, "le pedí que continuase y liderase el grupo municipal en unas circunstancias nada fáciles".

"Le brindé mi apoyo, solidaridad y toda la infraestructura del partido. Ahora, todos lucharemos por su nobleza y lealtad para combatir esta lacra social del terrorismo y sus adláteres", añadió.

El alcalde de Pamplona, Javier Chourraut, de Convergencia Democrática de Navarra (CDN), a quien Caballero fustigaba políticamente desde la oposición regionalista, expresó su admiración por la talla humana y política de su compañero "y amigo" Tomás Caballero. "Siento ira, rabia y dolor", dijo Chourraut. "Es increíble que algo así pueda suceder".

Las inquietudes culturales y deportivas de Tomás Caballero le llevaron a presidir el Club Oberena, uno de los más antiguos y prestigiosos de la ciudad, con más de 6.000 asociados, y que posee incluso una peña de mozos con su nombre en las fiestas patronales de San Fermín de la capital navarra .

Caballero fue presidente del Club Oberena entre los años 1984 y 1994, periodo en el que la sociedad acometió una profunda remodelación para mejorar sus instalaciones, sobre todo las deportivas.