El plan de prevención de inundaciones apenas ha avanzado en cinco años
"En Euskadi, las comunidades de las riberas miran con inquietud a sus ríos en cuanto llueve dos días seguidos", subrayó ayer María Esther Solabarrieta, diputada vizcaína de Medio Ambiente, en el Congreso Internacional sobre Emergencias que se está celebrando en Bilbao. Solabarrieta presentó el Plan de Prevención de Inundaciones del País Vasco que, cinco años después de su puesta en marcha, apenas ha avanzado en su objetivo: reducir las posibilidades de inundaciones a una vez cada 100 años.
El plan de prevención de inundaciones, aprobado en 1993, preveía unas inversiones de 105.748 millones de pesetas para acometer los encauzamientos y embalses necesarios y reducir el riesgo de inundaciones.Por territorios, el presupuesto incluía unas inversiones de 56.202 millones de pesetas en Vizcaya -casi el 50% del presupuesto-, 48.879 millones en Guipúzcoa y 5.267 millones de pesetas en Álava. Desde la aprobación del plan en 1993, apenas ha avanzado. En los últimos cinco años, sólo se han invertido un total de 14.000 millones de pesetas en infraestructuras hidráulicas para evitar el desbordamiento de los ríos. El Ministerio de Obras Públicas y Transportes realizó una primera inversión de 3.000 millones de pesetas, que completó el Departamento de Obras Públicas, tras la transferencia de las competencias al Gobierno vasco, con proyectos por valor de 11.000 millones. En 1996, la consejería de Obras Públicas y las tres diputaciones revisaron las cifras del plan, reduciendo a 83.000 millones de pesetas la inversión precisa. De ellos, cerca de 60.000 están todavía pendientes. Según señaló la diputada de Medio Ambiente, "pese a las actuaciones realizadas, quedan todavía zonas urbanas que se inundan una vez cada cinco años". El objetivo del plan es reducir la probabilidad de riadas a una vez cada 100 años. 39 inundaciones Según las cifras que ofreció Solabarrieta, sólo en Bilbao se han registrado un total de 39 inundaciones catastróficas desde 1504. La riada más devastadora se produjo en 1983, cuando la invasión de las aguas dejó 34 muertos, 5 desaparecidos y más de 200.000 millones de pesetas de pérdidas materiales. La invasión de las vegas de los ríos a lo largo de la historia ha dejado numerosos puntos negros en el País Vasco que, en caso de lluvias torrenciales, no tienen más posibilidad de desagüe que el desbordamiento. El último episodio de graves inundaciones lo sufrió el verano pasado San Sebastián. Vizcaya, la provincia vasca con más zonas de riesgo, requiere unas inversiones de 48.000 millones de pesetas, el 75% de los cuales lo debe financiar el Departamento de Obras Públicas y el 25% restante, los ayuntamientos afectados o, en su defecto, la Diputación vizcaína. Hasta el momento y sobre el plan de 1993, sólo se ha acometido un encauzamiento en Amorebieta, con una inversión de 700 millones de pesetas. Para 1998, están previstos otros dos proyectos: la corrección del río Asua a su paso por Sondika y del río Ibaizabal en el municipio de Abadiño. Sólo en este territorio aún es preciso gastar 41.000 millones de pesetas para cumplir las medidas del plan. La diputada vizcaína de Medio Ambiente alertó de la necesidad de actuar sobre los diferentes puntos negros en Vizcaya: la zona de Sangroniz, en Erandio; la confluencia de los ríos Nervión e Ibaizabal en Basauri; la cuenca del río Oka en Gernika y el área metropolitana de Bilbao. Sólo la ejecución de estas obras "prioritarias", según Solabarrieta, alcanzaría un coste cercano a los 20.000 millones de pesetas. Guipúzcoa y Álava requieren también algunas inversiones urgentes. Según el Catálogo de Infraestructuras Hidráulicas pendientes realizado en 1996, Guipúzcoa alejaría la amenaza de invasión de las aguas con unas inversiones de 28.500 millones de pesetas, mientras que Álava precisa obras por 6.500 millones.
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