Francisco Céspedes renueva la tradición de la música latina romántica
No puede quejarse: le avalan Miguel Bosé y Alejandro Sanz; Luis Miguel ha grabado dos de sus canciones y una multinacional apuesta fuerte por él. El cubano Francisco Céspedes, de 42 años, publica su primer disco, Vida loca, con influencias del filin y la música norteamericana, y lo presenta hoy. Una importante campaña de promoción le ha colocado en el candelero. "Acostumbro a trabajar por la noche desde hace veintitantos años. Soy un bohemio empedernido que hace canciones tratando de respirarlas. Las hago para poder vivir, entenderme e inventarme", afirma. "No siempre son cosas que me pasan a mí, sino que me robo historias de otra gente".
Céspedes vive en México. "Salí de Cuba para tener más posibilidades y que fueran más las orejas que escucharan mis canciones. Y no me gustaba lo que estaba pasando", confiesa. Consiguió trabajo en un piano-bar de México Distrito Federal. "Tienes que conocer el repertorio de boleros. Me pedían que cantara Perfidia o Sabor a mí y yo les decía: te voy a poner ésta mía a ver si te gusta", cuenta. "A los 21 días lo dejé porque era mucho alcohol y muchas mujeres. No podía quedarme en eso porque me iba a morir a los dos años".
Bosé le brinda todo su apoyo, pero fue Alejandro Sanz el primero que le vio cantar: "Estuvimos toda la madrugada en su habitación emborrachándonos. Cuando regresó al DF me invitó a cantar Vida loca en sus recitales". Céspedes está todavía bajo el impacto de haber conocido a Serrat. "Hablamos de la vida, de los hijos, de cómo es esta profesión. Después de eso ya no soy la misma persona".
Francisco Céspedes, hoy, en Galileo Galilei (Galileo, 100; metro Argüelles). 22.00. 3.000 pesetas.
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