La Alcazaba de las ondas
Una emisora malagueña emite un programa bilingüe para impulsar la integración del colectivo árabe
Sólo son tres los soldados que defienden esta fortaleza, tan semejante en un valor metafórico a la Alcazaba de Málaga. Suleimán Alzubi, Aram Hamparzoumian y Nurdin Eruchdi componen la guarnición que lunes, miércoles y viernes de 14.00 a 15.00 usan su fortaleza en Canal 7 (95.5 FM) con un objetivo nada belicoso: integrar el colectivo árabe en Málaga y dar a conocer la riqueza de su cultura a todo aquel que ose saltar las murallas que lo segregan del resto de la población. ¿Qué mejor entonces que hacerlo en árabe y en español? "He comprobado la desinformación que existe sobre el mundo árabe y el islam", asegura Aram. Y tiene sus razones: este hombre de origen armenio enseña esta lengua en la Escuela Oficial de Idiomas y ha sido lector de español en la universidad jordana de Yarmouk. Con el firme propósito de romper las barreras del desconocimiento presentó a finales de la Semana Santa el programa Alcazaba. Manuel Rivera, director de Canal 7, lo aceptó. "Nos habían llegado muchas ideas para programas en lengua extranjera, -incluso en ruso- pero no había proyecto, ni había nada", explica. Alcazaba sí que lo estaba. "Queríamos hacer un programa dirigido a lo inmigrantes árabes que viven en Málaga y, al mismo tiempo, a los malagueños en general para lograr una mejor convivencia", dice Aram. Sus armas: ofrecer información práctica para el inmigrante, como, por ejemplo, de la Ley de Extranjería o la operación del paso del Estrecho, hacer entrevistas con personajes que "rompan con los prejuicios que hay sobre el inmigrante" o dar clases de español y árabe. Hasta la música y la gastronomía tienen reservado su espacio en esta fortaleza de las ondas. Sólo dos temas están vetados en Alcazaba: la política y la religión. "Queremos que sea un punto de encuentro y no de desencuentro entre las dos culturas y el mundo árabe está muy politizado", manifiesta Aram dentro del estudio de Canal 7, un estudio de radio insonorizado a base de hueveras de cartón. Rivera asiente: "No queremos política aquí. Hay que tener cuidado con las opiniones que se vierten. Sobre todo si son partidistas". La originalidad de Alcazaba no radica sólo en el idioma -es el único programa en árabe de Andalucía-, tampoco en que sus programadores no sean profesionales. Su particularidad radica en la forma en la que está concebido. El resto de emisoras que emiten en lengua extranjera -sobre todo en inglés y alemán- de Málaga tienen otro carácter: entretener al oyente con una programación liviana o dar información local. Suleiman pretende algo distinto cuando pincha el disco de Luis Delgado con letra del poeta andalusí Ibu Azzaqqad. Ni tampoco cuando comenta con Aram, mitad en árabe, mitad en español, una noticia que le ha dolido: la redada masiva del pasado martes en cinco países europeos contra los sospechosos magrebíes para evitar atentados islamistas en la Copa del Mundo de Fútbol en Francia. Por eso el buzón del oyente (95 260 01 36) "no es para que la gente pida una canción", sino para que las personas consulten sus inquietudes, dudas o sugerencias. Algo que todavía no se ha logrado. "De momento, las únicas llamadas que hemos recibido han sido para felicitarnos por la idea". Por la idea de reunir a dos culturas en la Alcazaba y ponerlas a charlas juntas.
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