La UE retira a sus embajadores en Minsk
La guerra por las residencias diplomáticas en Bielorrusia se agudizó ayer cuando la Unión Europea decidió llamar a consultas a sus representantes en Minsk, la capital bielorrusa. La crisis se desató la semana pasada cuando el presidente Alexandr Lukashenko presentó un ultimátum para que 22 embajadas desalojaran sus residencias del complejo de Drozdí, al oeste de Minsk. Dos eran las razones para justificar la decisión: la necesidad de reparar los edificios y que pertenecen al complejo residencial del presidente. El ultimátum no se llevó a efecto e incluso el miércoles se anunció un compromiso que permitía a los embajadores permanecer en Drozdí.La razón por la que los diplomáticos se negaron a abandonar Drozdí es que ninguno de los tres lugares propuestos por el Gobierno es satisfactorio: uno carece de comodidades, otro está a 40 kilómetros de Minsk y el tercero es un terreno baldío.
A pesar del acuerdo alcanzado, varios diplomáticos se encontraron ayer con que el acceso a Drozdí estaba bloqueado y que se habían cortado el agua y la luz. Los representantes de la UE abandonarán Bielorrusia el lunes.
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