Solans pide al Gobierno que no baje la presión fiscal y sea más ambicioso en déficit

Eugenio Domingo Solans, miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), reclamó ayer para el Gobierno español una mayor ambición en la reducción del déficit público y que no baje la presión fiscal. Pese a ello, apoyó la reforma del impuesto sobre la renta sin la necesidad, de momento, de subir otros impuestos. Se debe, en su opinión, reformar el Estado de bienestar para ajustar las prestaciones a las posibilidades presupuestarias y abandonar la protección generalizada.

Domingo Solans añadió que el BCE debe perseguir una inflación en la zona euro inferior al 2% y dijo "no tener claro" que los tipos de interés deban alinearse antes del 1 de enero de 1999.

Solans, durante la clausura del seminario sobre el euro que esta semana se ha desarrollado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, reconoció que "hay muchas necesidades que atender". Con vistas al futuro se deben intensificar los esfuerzos, a juicio del consejero del BCE, y ello sin bajar la presión fiscal.

Según indicó, la presión fiscal en la Unión Europea, es "considerablemente más alta que en Estados Unidos y en Japón", pero no "debe reducirse, sino mantenerse". Para España, en su opinión, lo mejor es que se quede en el entorno al 35%, como en la actualidad. Esto no quiere decir, añadió, "que no se puedan tocar algunos impuestos".

En concreto, se mostró a favor de la rebaja del impuesto sobre la renta, cuyo proyecto de ley se encuentra ahora en trámite parlamentario. Domingo Solans fue miembro de la comisión de expertos que preparó los cimientos del nuevo IRPF, aprobado por el Gobierno en abril pasado.