Pomés se declara dispuesto a "asumir todas las responsabilidades" por la crisis de los incendios

El consejero de Gobernación de la Generalitat, Xavier Pomés, se declaró ayer dispuesto a "asumir todas las responsabilidades políticas" por los posibles errores cometidos en la extinción de los incendios que arrasaron la semana pasada 27.000 hectáreas de la Cataluña central. Pomés, en declaraciones a TV-3, no quiso descartar la posibilidad de dimitir, y se remitió a su comparecencia, el martes, ante la Diputación Permanente del Parlamento de Cataluña. Pomés se declaró, además, "afectado" por la creciente protesta de los bomberos voluntarios, que ayer se trasladó al monasterio de Montserrat. Unos 200 bomberos voluntarios de los 1.800 distribuidos por toda Cataluña se concentraron en Montserrat para apoyar al jefe del parque de Torà, Magí Coscollola, destituido por el Departamento de Gobernación por negarse a acudir a un incendio. Antes del incendio de la pasada semana, los bomberos voluntarios mantenían una tensa pugna con la Administración catalana con el fin de conseguir un seguro que les cubriera, estando de servicio, indemnizaciones en caso de invalidez por accidente, así como la modernización del parque de vehículos. Una rebelión del parque de bomberos de Torà (Segarra), que se negó a trasladarse hasta un incendio en Gaià (Bages), que distaba más de 100 kilómetros, para no dejar desatendida su propia zona, ha agravado la crispación. Los bomberos concentrados en Montserrat en torno a la plataforma denominada Elefant Vermell reclamaron la dimisión del consejero de Gobernación, Xavier Pomés, y las del director general de Emergencias y Seguridad Civil, Joan Prió, y del subdirector del mismo departamento, Manel Bosch. Los bomberos se entrevistaron con el abad de Montserrat, Sebastià Maria Bardolet, para entregarle un manifiesto en el que exponían sus quejas y exigían la readmisión de Magí Coscollola. Los bomberos consideran que la expulsión de Coscollola no se debe solamente a su acto de desobediencia, sino también a su pertenencia en el Consejo de Bomberos. "Era la voz más crítica", según reconoce él mismo. Los bomberos voluntarios aseguran que cinco jefes de la demarcación de Lleida han presentado su dimisión, y otros 50 lo harán a partir del 1 de octubre, cuando el riesgo forestal se haya reducido. Numerosos bomberos están dispuestos a abandonar y han solicitado su incorporación a las Asociaciones de Defensa Forestal (ADF), según confirmó Josep Puigpelat, presidente de la ADF Natura Viva. Respecto a los últimos incendios, los bomberos se mostraron prudentes a la hora de criticar la descoordinación, pero admitieron que sus recursos humanos y técnicos eran escasos. El consejero de Presidencia, Xavier Trias, afirmó ayer que la movilización de los bomberos era "un error".PASA A LA PÁGINA 5