Basura incontrolada
El Ayuntamiento del Viso de San Juan (Toledo) instaló, hace aproximadamente siete años, junto al río Guadarrama y la carretera CM-4004, de Yuncos a Valmojado, comarca de La Sagra, un vertedero de basuras incontrolado.Desde ese momento, las personas que vivimos en los alrededores casi no hemos podido respirar, ya que sistemáticamente las basuras que en él se depositan son incineradas a cielo abierto, produciendo una gran cantidad de humo que se esparce por los alrededores, especialmente por la tarde y por la noche, debido a que la atmósfera hace que el humo se asiente junto al suelo; el aire se hace irrespirable, nos envuelve una nube tóxica y maloliente que nos hace toser y respirar con gran dificultad.
El hecho es tan habitual, sistemático, que me hace pensar que es el propio Ayuntamiento el responsable, para así poder disponer de más sitio. Las cenizas ocupan mucho menos espacio que la basura, y además así se evita el gasto de tener que enterrarla. De cualquier modo, es el Ayuntamiento, gobernado por el Partido Popular, por cierto, el responsable de lo que allí ocurra, máxime cuando ocurre con frecuencia diaria. No es posible que el Partido Popular, con la conciencia ecológica que de sobra ha demostrado en otros casos, permita a uno de sus ediles tener esta conducta.
En esta zona existe un sistema de eliminación de basuras, gestionado por el Consorcio de Medio Ambiente de Toledo, por el cual en plantas recolectoras se recogen las basuras de varios pueblos, se compactan y se llevan a un vertedero controlado. A pesar de ello, este Ayuntamiento sigue utilizando para sus basuras el anacrónico y bárbaro sistema de verterlas en un sitio alejado de su núcleo urbano y quemarlas. No tiene en cuenta que en un radio de un kilómetro alrededor del vertedero hay varios miles de viviendas en un buen número de urbanizaciones. Están cometiendo un crimen contra las personas, a las que están menoscabando en su salud contaminando el aire con productos tóxicos que se desprenden en la combustión.
Los vecinos de esta zona reclamamos de las autoridades la protección de un derecho humano elemental: el derecho a respirar, que es consustancial con el derecho a la vida y a la integridad física (artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y artículo15 de la Constitución española).
Tenemos tendencia a pensar que en nuestro país, miembro de la Comunidad Europea y por tanto del mundo libre y desarrollado, ya hemos superado estas cosillas y únicamente en los países del Tercer Mundo se producen violaciones de los derechos humanos. Actualmente, aunque parezca mentira, es una institución pública española, un diminuto Ayuntamiento, el que nos está privando de este derecho, nos está envenenando lentamente. Y todo por no querer pagar 1.400 pesetas por tonelada de basura que cobra el Consorcio de Medio Ambiente por llevársela. ¡Hay que ser miserable y cerril!-
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