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Andreu Vidal, habitante de la ciudad del mal

"Eligió habitar la ciudad del mal; Andreu Vidal era un poeta sin concesiones". El profesor Joan Mas, desde la experiencia nacida de soportar el dolor de las muertes jóvenes, eligió este epitafio para el escritor que fue discípulo y sólido habitante del país de las letras catalanas. Los poetas también lloran, según se pudo ver estos últimos dos días en los actos fúnebres de despedida de Andreu Vidal, fallecido el pasado miércoles en Palma. Su esquela laica quedó encabezada por un poema de Paul Celan, a cuya traducción dedicó buena parte de sus últimos años. Andreu Vidal ha dejado un libro inédito, entregado a Empúries-62, y una colección de traducciones. Publicó media docena de libros en 20 años y se reconocía como un autor lento, que reescribía siempre sus poemas, incluso después de ser editados. A veces los leía a los amigos, lento y agónico. En pocos años, la poesía mallorquina ha visto extinguirse a algunos de sus más preclaros protagonistas: Jaume Vidal Alcover, Josep Maria Llompart, Miquel Angel Riera, Blai Bonet, Damià Huguet y Guillem d"Efak. El joven Vidal fue un singular autor, editor y traductor. Su súbita desaparición, en Palma, a los 39 años, de noche, con el corazón estropeado, casi coincidiendo con el 60 aniversario del fusilamiento de Lorca, ratifica desgraciadamente una cierta leyenda, esparcida entre sus íntimos en la que destacaba su pasión por los países inexistentes y los héroes extraños. Fue un personaje urbano, noctámbulo, huraño e insolente. Un visitante de ámbitos ocultos y de la poética que no está descrita en mapas ni estilos. "En cierta manera, Andreu Vidal había optado por un camino hacia la autodestrucción", coincidieron en señalar el consejero y poeta Damià Pons y el escritor Biel Mesquida. Éste último apuntó: "Fue una voz potente, un habitante de la línea más internacional de la poesía catalana moderna". Pons vio en algunos de sus libros "una cierta tendencia a reflejarse en los poetas finiseculares" y una consideración estética hacia Jules Laforgue. "Ya solo bebo agua mineral con gas", anunció Vidal semanas atrás, con las espaldas bajas, la mirada oblicua y dos cigarros en marcha. Atrás había dejado los destellos radicales de la química inyectada y el alcohol del coñac prolongado con cerveza. El poeta quiso ingresar en un pabellón de curas cuando se sintió verdaderamente enfermo. Recordaba que otro colega de su generación, Andreu Cloquell, a quien Vidal había editado en las colecciones de poesía que dirigía -La musa decapitada y Tafal-, apareció años atrás muerto de sobredosis, en compañía de su pareja en un bosque. A Andreu Vidal, cuando anunció su régimen abstemio, se le podía ver paseando indolente por la feria del libro de Palma, buscando a su sempiterna amiga, la poeta y profesora Margalida Pons, que allí firmaba libros. Espectral y llorosa, Pons deambulaba el viernes por el cementerio, donde dejó un ramo de rosas cerca del túmulo funerario. Arnau Pons, otro autor de la cuerda personal del fallecido, cabizbajo, oraba y se secaba las lágrimas. El historiador Antoni Nadal permanecía ausente en un banco. En las tiendas de libros de Palma ayer solo podía adquirirse una de las publicaciones de Vidal, la que ganó el premio Carles Riba en 1992, L"animal que no existeix. El resto de sus obras estaban fuera de catálogo o se habían publicado en editoriales ya fenecidas. En Sagitari, la librería palmesana dedicada en exclusiva a la poesía que mantiene en su peluquería Xavier Abraham, quedan a la venta dos cuadernos baratos con los versos indelebles del poeta mallorquín, quien se definía a sí mismo como "un superviviente de una especie bastante indefinida", siempre "en estado de guerra". Su poesía, afirmaba, era el fruto de una experiencia muy "larga, lenta y laboriosa". En uno de sus poemarios, el LLibre de les virtuts, publicado en 1980, escribió el siguiente poema: "Després del tràngol, la calma mortuòria, / el clar erm, ens amara / talment abúliques esponges./ Una llum cuirassada / envolta àvols borns d"estremitud./ Pornogràf de l"esperit, / caldrà accedir als suborns de l"estètica? / Crudel bescambrilla: L"as d"oros sagna / polsim daurat".

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