Los McLaren relegan a Schumacher a la segunda línea en el GP 600 de Ferrari

Mika Hakkinen, el líder del mundial de fórmula 1, contestó a la presión a la que le ha sometido Michael Schumacher, logrando la novena pole-position de la temporada en el Gran Premio de Bélgica, decimotercera prueba del campeonato, que se disputa hoy. La jornada no pinta bien para Ferrari, que cumple precisamente su gran premio número 600, pues Schumacher se vio relegado al cuarto puesto de la parrilla de salida. Le superó también el segundo piloto de McLaren, el escocés David Coulthard, y el británico Damon Hill (Jordan), campeón mundial en 1996.

McLaren logró el noveno doblete de la temporada en los ensayos oficiales, ante la impotencia de los Ferrari, superados incluso por Hill al volante de un Jordan, un equipo que ha mejorado de forma decisiva desde la contratación del ingeniero Mike Gascoyne."Jordan está invirtiendo dinero en el equipo y, ciertamente, los piltoso lo notamos", afirmó Hill, que se interpone en la lucha entre Schumacher y los dos pilotos de McLaren, el finlandés Hakkinen y el escocés Coulthard, primero y segundo mejor tiempo, respectivamente.

Ferrari, que estrenaba un coche 13 centímetrosmás largo y con una potencia de motor de unos 800cv, esperaba ser más competitivo en los entrenamientos, sobretodo después que Schumacher realizara el mejor tiempo en los primeros entrenamientos. La respesta de McLaren, equipo que ha logrado 12 de las 13 pole-positions del curso, resultó implacable, y el piloto alemán quedó relegado a más de un segundo de Hakkinen.

Schumacher, sin embargo, no desespera. Nunca ha salido el primero y ha ganado ya cinco carreras. "Estoy decepcionado", comentó ayer, resignado, el piloto de Ferrari. "En mi mejor vuelta he tenido que levantar el pie, porque había banderas amarillas en la chicane, y en el último intento por mejorar mi tiempo he dañado una rueda", agregó. "Espero hacerlo mejor en la carrera".

Hay dos elementos que juegan a favor de Schumacher en su intento de combatir a los McLaren y reducir los siete puntos de ventaja que le saca Hakkinen en la cabeza de la clasificación de pilotos, a falta de cuatro grandes premios para el final del campeonato (Bélgica, Italia, Luxemburgo y Japón). Uno es la estrategia y conducción del alemán en carrera y la otra su gran conocimiento del circuito de Spa, cercano a su localidad de nacimiento, Kerpen. Schumacher debutó hace siete años como piloto de fórmula 1 en Spa y ganó su primera carrera, en 1991, en el circuito belga. Es más: de los seis grandes premios disputados, cuatro los ha ganado el bicampeón alemán. Le avala también su gran capacidad de maniobra, la misma que le permitió ganar en Hungría hace quince días. "No nos queda otra alternativa que acertar en la táctica de carrera", confesó Jean Todt, director deportivo de Ferrari, consciente de la importancia de la prueba de hoy. Necesita Schumacher la victoria y también Ferrari, que cumple su gran premio número 600, pese a que la celebración queda aplazada hasta la próxima carrera de Monza. "Me gustaría ganar por mi y por el equipo en un circuito que considero casi como el mio", responde Schumacher cuando se le pregunta por el reto de sumar la que sería victoria número 119 de Ferrari y mantener sus expectativas de lograr el título mundial, galardón que el equipo italiano no consigue desde 1979.

La jornada tuvo, por otra parte, un accidente parecido al sufrido el viernes por Jacques Villeneuve. En esta ocasión fue el finlandésMika Salo quien destruyó su Arrows en la misma curva que el canadienese.

Pedro Martínez de la Rosa, mientras, intenta aclarar en Bélgica su futuro. Ralf Schumacher, que pilota un Jordan, aspira a firmar por Williams, por lo que el español tendría opciones de hacerse con el segundo volante de la escudería, en lucha con Frentzen, Montoya, Heidfeld y Zonta. Jordan, sin embargo, amenaza con llevar a juicio al hermano de Schumacher. Un acuerdo económico puede zangar el litigio.