Racistas anónimos piden a empresas de Banyoles que no den empleo a africanos

Empresarios, tenderos y propietarios de pisos de alquiler de Banyoles han recibido una carta anónima de tinte xenófobo en la que se les pide que contribuyan a expulsar a la comunidad africana del Pla de l"Estany negándoles trabajo, alimentos y vivienda. Los Mossos d"Esquadra ya han recibido dos denuncias, una de un particular y otra de ERC, que ha tenido conocimiento de cuatro casos. El sistema de envío empleado -correo con etiquetas adhesivas- y algunos de los destinatarios de las misivas, que no tienen contratado a ningún trabajador africano, hacen pensar que se han realizado aleatoriamente a través de un mailing. La carta, dos folios densos escritos en catalán con numerosas faltas de ortografía, está firmada por un supuesto Ku-kluk-klan (sic) del Pla de l"Estany y abunda en todo tipo de descalificaciones e insultos racistas, remachando la idea de que los africanos quitan el trabajo a los del país. El texto llama a ciudadanos y empresarios a conseguir la paulatina marginación de los inmigrantes africanos y su expulsión del municipio. "Es una tarea que debemos hacer entre todos en el silencio y la discreción... Hay que exigir también a nuestros políticos que limpien nuestro pueblo de gente negra e indeseable". El alcalde de Banyoles, Joan Solana, expresó ayer su repulsa del anónimo y su convencimiento de que no proviene de un colectivo organizado, como pretende aparentar, sino que debe atribuirse a una persona que ha exteriorizado su racismo ante la distribución de alumnos gambianos que se lleva a cabo en las escuelas del municipio. Solana relaciona este anónimo con el inicio del curso y con los panfletos xenófobos que recibieron hace unos meses algunos padres de los alumnos de una escuela de Porqueres y que denunciaban la mezcla de alumnos autóctonos con africanos. Problema psicológico Aunque no quiso entrar en detalles, Solana aseguró que "el problema, más que desde el punto de vista policial, se debe tratar en su vertiente psicológica por parte de los servicios de bienestar social, una vez se localice al responsable". Aseguró que los brotes xenófobos detectados en Banyoles, producto de la crisis laboral de los años 1993 y 1994 y de la reacción ante el caso del negro disecado del museo Darder, se han superado. Fuentes de la asociación de africanos Meraguemu coincidieron con el alcalde en quitar importancia a las cartas y aseguraron que no han detectado un incremento del rechazo social. El colectivo africano de Banyoles se mantiene estable desde hace años entorno al medio millar. Estos inmigrantes se consideran muy integrados en el municipio y rechazan la existencia de grandes problemas racistas, aunque constatan algunas discriminaciones relacionadas con la vivienda. En algunos casos, para alquilar la misma casa los africanos tienen que pagar más que los autóctonos.