La Complutense reduce los despidos en Ciencias de la Información de 60 a sólo 10

La crisis laboral en la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense, sobre la que se cernían 60 despidos (o, más exactamente, no renovaciones) de otros tantos profesores asociados, tendrá final feliz para las cinco sextas partes de los afectados. Desde el pasado miércoles y hasta ayer, los vicerrectores de ordenación académica y departamentos revisaron la lista negra, caso por caso, junto a los directores de departamento de la facultad. La conclusión que alcanzaron ambas partes es que la crisis debía zanjarse de la forma menos traumática posible, y que un recorte tan notable en la plantilla podría traducirse en una merma en la calidad de la enseñanza. "Aún queda por resolver algún caso dudoso, pero no sobrepasarán al final los ocho o nueve", anunció ayer uno de los participantes en la operación.Queda ahora la duda de por qué las autoridades académicas anunciaron un recorte tan drástico en la plantilla y luego accedieron a aminorarlo casi hasta la mínima expresión. Un portavoz de la Complutense admitió: "Las cosas se habían hecho probablemente mal, sobre todo en el plano formal, y teníamos que resolver la situación". Los profesores encontraron inadmisible que una reestructuración de personal de estas dimensiones se comunicara a finales de julio y mediante cartas individualizadas.

Solución de compromiso

El decano de Ciencias de la Información, Javier Davara, admitió que el acuerdo alcanzado era una "solución de compromiso" ante el revuelo que se había generado en su facultad. Y avisó: "Lo de este año no se puede repetir. Nos hemos comprometido a que, a partir de ahora, facilitaremos nuestras previsiones de planificación en primavera. Así habrá tiempo para debatir sobre presupuestos y necesidades docentes".El criterio preferente a la hora de renovar contratos ha sido el de la antigüedad en la docencia y el currículo académico. "Había situaciones flagrantes. Se pretendía prescindir de doctores con cerca de 15 años de antigüedad en la casa", recalcó ayer el decano. De esta forma, los finalmente sacrificados han sido los docentes más noveles, con menor carga lectiva o aquellos que, por iniciativa propia, ya habían comunicado su intención de abandonar la docencia en la facultad.

La lista definitiva de no renovados habrá de ser refrendada en la junta de gobierno convocada para el próximo día 22. Allí, el vicerrector de ordenación académica, Francisco José Portela, dará su versión de lo ocurrido.