Una empleada afectada por la "parálisis del calzado" dice que su despido de Aparados Hergar fue improcedente
María del Carmen Estevan, una joven villenera de 18 años, contrajo hace más de medio año, junto con otras nueve compañeras, la enfermedad denominada parálisis del calzado, una dolencia laboral provocada por la intoxicación de colas. La empresa Aparados Hergar, en la que trabajaba, contrató a la joven tras conocer su afección, por espacio de un mes, y transcurrido este tiempo dio por finalizada su relación laboral. El juicio por este despido, que la joven considera improcedente, se celebró ayer en el Juzgado de lo Social número 1 de Alicante. La joven explicó ante el juez que durante un año y medio trabajó sin ningún contrato para Aparados Hergar. Estevan afirmó: "Cuando detectaron que estaba enferma me contrataron y todavía estaba de baja cuando finalizó mi contrato, pero no me renovaron". Ana Moreno, abogada de UGT que representa a la joven, intentó demostrar ante la sala que su defendida trabajaba desde hace más de un año en la empresa, y que por lo tanto el contrato temporal era improcedente. La letrada intenta conseguir que el juzgado obligue a Aparados Hergar a readmitirla o a indemnizar a la joven. Moreno aportó, entre otras pruebas, apuntes bancarios de la cuenta de la joven en los que constan ingresos de nómina, así como declaraciones de compañeras del taller. La abogada insistió además en que los informes médicos practicados a Estevan señalan que la parálisis del calzado se contrae tras una exposición prolongada al hexano, el producto tóxico causante de esta enfermedad. También acudieron como testigos algunas de sus compañeras que todavía padecen los efectos de la intoxicación. Aunque todas evolucionan favorablemente, sus miembros todavía están rígidos y caminan con dificultad. El representante legal de Aparados Hergar, Francisco Ferrández, precisó que el caso de Estevan "es tan sencillo como que su contrato finaliza, se le avisa y se acaba". Para el letrado la enfermedad de la joven no tiene nada que ver en este caso de demanda de despido improcedente. "Nada que ver: si se acaba un contrato tiene el mismo trato quien ha tenido un resfriado o cualquier otro tipo de enfermedad y quien está sano, porque la relación laboral finaliza", añadió.
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