Un clásico sin morbo y con mucho fútbol
Madrid y Barça se enfrentan en un partido sin demasiada pasión, pero con buenas perspectivas de juego
Por primera vez en mucho tiempo, un partido que es más que un partido regresa a la categoría de la normalidad. El Madrid y el Barça se enfrentan (21.00 horas,Autonómicas) con toda la Liga por delante, sin la agonía de costumbre y a rebufo de una jornada europea que ha apagado el ruido que suele provocar este duelo. Guus Hiddink, entrenador madridista, se refirió ayer al encuentro sin ningún dramatismo. "A estas alturas, un Madrid-Barcelona apenas dirá nada sobre el desenlace de la Liga". Sólo algunos notables, como Raúl, dieron otra versión sobre las consecuencias del partido de esta noche. "Siempre hay un damnificado. Es la ley de estos encuentros", manifestó el delantero madridista.En cualquier caso, el choque se produce en un momento demasiado temprano como para interpretar los signos que llegan desde los dos equipos. En ambos lados hay un clima optimista que se deriva de los resultados que obtuvieron en la Copa de Europa frente a rivales significados. El Madrid consiguió imponerse al Inter después de un partido áspero y difícil, frente a un equipo que puso a prueba la capacidad creativa del conjunto de Hiddink. Aunque sólo sea por el prestigio del fútbol italiano, el Madrid salió liberado del encuentro. Los jugadores consideraron que la victoria acredita el buen momento del Madrid, aunque en el plano objetivo se observaron algunas deficiencias que comienzan a ser reiteradas.
El Barça ganó crédito frente al Manchester en la peor situación posible. Venía de ser criticado en las dos primeras jornadas de Liga y de recibir dos goles en la primera parte, goles que pusieron de manifiesto el estado vulnerable de la defensa azulgrana. Pero esa cuestión comienza a convertirse en un lugar común. El Barça defiende mal, pero cuando ataca con convicción es un equipo estupendo. En el segundo tiempo, el Barça interpretó su mejor fútbol en mucho tiempo, la clase de juego que remite a aquel Ajax de Van Gaal.
La presencia de dos holandeses al frente de los equipos obliga a pensar en un buen partido, o por lo menos en un encuentro frontal, sin demasiados tacticismos y con una preponderancia de la creatividad de los jugadores. Al menos sobre el papel. El pasado año no sucedió esto. El Barça, que comenzaba a rodarse con Van Gaal, ganó por la contundencia de sus delanteros, pero actuó con una mentalidad defensiva que se concretó en la sustitución de Iván de la Peña en los primeros minutos del encuentro. Era un equipo que buscaba su identidad y que tardó en encontrarla. Lo consiguió durante dos meses: (marzo y abril) y le resultó suficiente para ganar el campeonato. Pero su victoria en la Liga y en la Copa no le han procurado la estabilidad previstas. El equipo azulgrana ha vuelto a comenzar con grandes expectativas, pero con dudas.
El Madrid se encuentra en un periodo de tranquilidad. Van Gaal dice que apenas hay diferencia entre este Madrid y el de Heynckes. En lo táctico es bastante cierto, aunque la irrupción de Savio en el ala izquierda ha generado una vía de ataque que hasta ahora sólo estaba reservada a Roberto Carlos. Tampoco es muy seguro que el Madrid juegue como el pasado año. Remite a aquel estilo, pero parece que hay más convicción y seguridad en una manera paciente de interpretar el juego. Todavía le faltan los mecanismos para jugar rápido y de memoria, pero al menos no se escucha el murmullo de la pasada temporada contra el sistema táctico de Hyenckes, aquel famoso rombo que fue dinamitado con fatales consecuencias en la segunda parte de la Liga. Hiddink lo ha solucionado con una nueva respuesta. Seedorf juega junto a Redondo, es decir, donde quiere, y eso ha supuesto el traslado de Raúl a la banda derecha, en la enésima ubicación del joven jugador madridista. Parece una solución de emergencia y poco conveniente para Raúl, que está en un momento delicado, expuesto a la confusión que le procura su nomadismo por casi todos los puestos de la línea media. Eso significa que juega en todos los lugares menos en el sitio que le corresponde: delantero.
Para Van Gaal el hombre del Madrid es Savio. El extremo brasileño dispone de una cualidad poco habitual en su equipo: desborda, desequilibra, regatea, crea situaciones favorables para sus delanteros. El Madrid no anda sobrado de pasadores, ni de gente que convierta la amenaza en realidad. Parece un equipo que gana por insistencia. Con Raúl en una posición inadecuada, con Seedorf demasiado disperso, al Madrid le quedan Mijatovic y Savio para inventar. El control sobre ambos será decisivo para el Barça. Así lo reconoció Van Gaal cuando se refirió en términos sumamente elogiosos al extremo brasileño.
¿Quién se ocupará de Savio? Si el entrenador del Barça cumple con su promesa de formar con una alineación de ataque, quizá Luis Enrique juegue de lateral y Reiziger en el centro de la defensa. Pero Luis Enrique no tiene las condiciones naturales de los defensas, como se vio en los dos primeros goles del Manchester United. Sus cualidades están más relacionadas con la pujanza física y con una cierta habilidad para sacar provecho del caos.
Uno de los aspectos más interesantes se debatirá en el medio campo. El Madrid juega en esa zona alrededor de Redondo, que no tiene demasiada compañía. Seedorf no se anima a cumplir con ciertas funciones solidarias, Raúl es delantero y Savio extremo. En este sentido, el centrocampista argentino se puede ver envuelto en una situación de inferioridad frente a Giovanni, Rivaldo y Cocu. Pero también es cierto que ninguno de los tres centrocampistas azulgranas se distingue por sus capacidad defensiva. Así las cosas, todo apunta a un partido con un aire frontal, vistoso, donde se mezclarán carencias y cualidades evidentes por ahora en los dos equipos.
Alineaciones
Real Madrid: Illgner, Panucci, Sanchis, Hierro, Jarni; Raúl, Seedorf, Redondo, Savio; Mijatovic y Morientes.
Barcelona: Hesp; Luis Enrique, Reiziger, Pellegrini, Sergi; Giovanni, Cocu, Rivaldo; Figo, Kluivert y Zenden.
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