EE UU espera de la Reserva Federal más rebajas del tipo de interés en los próximos meses
Todos los agentes económicos de Estados Unidos expresaron ayer su convicción de que la Reserva Federal volverá a bajar los tipos de interés en la reunión ordinaria de su comité de Mercados Abiertos del próximo mes. La rebaja por sorpresa de un cuarto punto decidida el jueves era interpretada como una toma de conciencia por parte del banco central de las serias amenazas que la crisis financiera internacional hace pesar sobre EE UU. Las bolsas de todo el mundo acogieron con subidas el abaratamiento del dinero en EEUU. Madrid recuperó 30,36 puntos (un 4,29%).
Alan Greenspan, el presidente de la Reserva Federal, "ha mirado hacia el futuro y ha comprendido el riesgo de una ola de pánico y de que los consumidores dejen de comprar al ver que las cotizaciones de Wall Street se hunden", declaró Michelle Laughlin, analista de Prudential Securities. "La acción del jueves", dijo Bill Dudley, de Goldman Sachs, "pretende anticiparse a la posibilidad de una recesión en EE UU. Fue motivada por los problemas de Wall Street, pero dirigida a Main Street", es decir, a la calle Mayor, al gran público. Aunque las bases de la economía estadounidense siguen con buena salud, la crisis en Asia, Rusia y América Latina ha empezado a sentirse en la caída de las exportaciones y en el nacimiento de una sensación de peligro por primera vez en esta década.
Greenspan sorprendió el jueves a todos. Apenas hacía tres semanas, la Reserva Federal había bajado un cuarto de punto su principal tipo de interés, el de fondos federales, y nadie esperaba otro movimiento hasta la reunión del 17 de noviembre. Pero, arrinconando sus reflejos conservadores, el presidente del banco central comprendió que, si quería evitar una catástrofe, no podía esperar más.
La pequeñez de la rebaja del 29 de septiembre provocó una gran decepción y aceleró en EE UU y el resto del mundo la inseguridad en los mercados de acciones, bonos y divisas. "Greenspan", según Dudley, "empezó a preocuparse por la posibilidad de que el deterioro de los mercados financieros termine afectando a la economía real".
Reuniones ordinarias
El jueves cogió el toro por los cuernos. Consultó por teléfono con sus pares del comité directivo de la Reserva Federal, pero sin pedirles su voto, y tomó unilateralmente la decisión de bajar otro cuarto de punto el tipo de los fondos federales y el de descuento. Intentó así reducir los peligros de que EE UU entre en recesión el año próximo y quiso ayudar a reducir la volatilidad actual de los mercados financieros. El método fue poco ortodoxo. "Cuando la Reserva Federal hace un movimiento entre reuniones ordinarias es que Greenspan está reconociendo que cometió un error en la última", declaró David Jones, de Aubrey G. Lanston, un especialista en la personalidad del guardián del dólar.
La sorpresa fue, sin embargo, feliz. Wall Street cerró el jueves con la tercera ganancia en puntos de su historia. Aunque con menor empuje, ayer continuó el movimiento alcista y el índice Dow Jones cerró con una ganancia de 117,40 puntos, el 1,4%. Operadores e inversores entienden que la rebaja del jueves, añadida a la del 29 de septiembre, va a incentivar a los consumidores a pedir préstamos para comprar coches y viviendas. Y va a ayudar a las empresas, que empezaban a tener problemas de liquidez por las turbulencias en el mercado de bonos.
Además, por primera vez en años, se cree que son inevitables nuevos descensos. "Sospecho que la Reserva Federal volverá a bajar sus tipos en noviembre, instalándose en una política de abaratar el precio del dinero para estimular el consumo y las inversión", declaró ayer John Ryding, de la firma Bear Stearns. Los datos sobre inflación en EEUU difundidos ayer -los precios no subieron en septiembre- apoyan esa idea.
"Pequeñas rebajas en los tipos de interés estadounidenses", escribió The Wall Street Journal, "no pueden hacer demasiado para solucionar los gigantescos problemas económicos de Rusia o Indonesia, pero cualquier cosa que ayude a prevenir una recesión en EEUU e incremente la confianza es una ayuda para la temblorosa economía mundial".
El movimiento de la Reserva Federal empuja hacia abajo al dólar. Ello puede animar al Bundesbank y otros bancos centrales europeos a recortar sus propios intereses para ayudar a los productos del Viejo Continente a ser más competitivos. La nota difundida el jueves por la Reserva Federal permite anticipar más abaratamientos: "Flexibilizar la política monetaria es necesario para mantener el crecimiento en el contexto actual de inflación controlada".
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