La eterna juventud de Donato
Por A Coruña circula un chascarrillo, más cariñoso que mordaz, según el cual Donato tendría en realidad más años de los que consigna su pasaporte. Se trata, sin duda, de la clásica exageración del ingenio popular, que tiende a ver en el jugador brasileño y devoto feligrés evangelista a un guardián del secreto de la eterna juventud. Lo cierto es que Donato alcanza oficialmente los 35 años y no se le ve el menor interés por jubilarse, pese a que la edad le haya ido relegando a un papel secundario en el Deportivo. Anoche regresó al banquillo de Riazor y se encontró con un inesperado homenaje del público. La afición ya ha demostrado en muchas ocasiones que es agradecida con sus ídolos. Cuando al final de la primera parte, el futbolista salió a calentar, los Riazor Blues le saludaron con cantos improvisados. Y, espontáneamente, todo el estadio se sumó de inmediato al coro: "Donato, quédate". Irureta le premió sacándole en el minuto 77.
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