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ELECCIONES EN EL PAÍS VASCO

Los dos etarras que permanecían confinados en Santo Domingo, en paradero desconocido

Los miembros de ETA Belén González Peñalva y Ángel Iturbe Abasolo, hermano del fallecido dirigente Txomin Iturbe, desaparecieron el pasado domingo de Santo Domingo, donde estaban deportados. La vigilancia que desde hace años ejercían sobre ellos agentes del Cesid "se levantó" en agosto de 1997, cuando el Gobierno español consideró que "no daba fruto" mantener ese dispositivo, según fuentes del Ministerio del Interior español. Las autoridades dominicanas creen que Iturbe y González han huido a Haití y desde allí a París.

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"Estamos en la playa. Volvemos en la tardecita". Esta escueta nota, dejada dentro de la casa que ocupaban cerca de la avenida de España, fue la única explicación que hallaron los agentes del departamento Nacional de Investigaciones al advertir la desaparición. El embajador español, José Manuel López Barrón, se entrevistó con el secretario (ministro) de las Fuerzas Armadas, y el director del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) para recabar detalles. La respuesta fue lacónica: están desaparecidos desde el domingo por la noche. "Se han puesto todos los medios al alcance para saber el paradero de estas personas", asegura un comunicado oficial dominicano.

El único periódico que dio la noticia ayer fue el matutino Hoy, que citaba fuentes confidenciales. "El personal de servicio comunicó la ausencia de los miembros del grupo separatista vasco Ángel Iturbe y María Belén González", señaló ayer una nota oficial.

"No tenemos ni idea de qué ha podido ocurrir", dijeron las fuentes consultadas, aunque una fuga del país es la hipótesis más probables. Se ha establecido un dispositivo de vigilancia en las fronteras, en las salidas por mar y por tierra, sin resultados hasta ahora.

La hipótesis que barajaba ayer el Gobierno dominicano es que González e Iturbe pudieran haber escapado a través de la permeable frontera de Haití, auxiliados por otras personas, y una vez en la capital, Puerto Príncipe, haber tomado un vuelo hasta París. El Ministerio del Interior español también baraja esta posibilidad como hipótesis más plausible.

La última vez que ambos fueron vistos por los agentes dominicanos fue a las diez de la noche del pasado sábado, cuando Iturbe regresaba de hacer unas compras en un colmado y González Peñalva veía la televisión.

El Gobierno español levantó el dispositivo policial de vigilancia que tenía sobre los etarras de la República Dominicana en agosto de 1997, tras la expulsión a España de Eugenio Etxebeste Arizcuren, alias Antxón; Ignacio Aracama Mendía, Makario, y José María Gantxegui Arruti, Peio, según confirmaron fuentes de Interior.

El dispositivo policial fue levantado tras esas expulsiones ya que los dos etarras que quedaban en ese país, González Peñalva e Iturbe Abasolo, no tenían ningún cargo dirigente en ETA y carecían de cualquier función interlocutora para el Gobierno. Iturbe no tiene ninguna reclamación judicial en España. Un alto cargo del departamento de Interior español comentó que "se rebajó la inversión en personal porque no daba fruto", informa Jesús Duva.

Tras la marcha de los agentes del Cesid, que hasta agosto de 1997 habían mantenido un estrecho control sobre el grupo que integraba el denominado aparato de interlocución de ETA, la vigilancia de los dos etarras que permanecían en Santo Domingo quedó en manos del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), a cuyo frente está el vicealmirante Sigfrido Páez, y de un miembro del Cesid. Éste abandonó su misión hace tres meses.

El Gobierno solicitó el pasado febrero la extradición de González Peñalva, Carmen, por asesinato, estragos, robos con intimidación, detención ilegal y falsificación de placas de matrícula. La Audiencia Nacional la tuvo reclamada como supuesta implicada en el asesinato del vicealmirante Fausto Escrigas, en 1985; por el atentado contra un furgón de la Guardia Civil el 9 de septiembre de 1985, hecho en el que murió un ciudadano americano y por el atentado perpetrado el 18 de abril de 1982, contra el edificio de la compañia Telefónica de la calle de Ríos Rosas de Madrid. También se le relaciona con el secuestro del empresario Diego Prado y Colón de Carvajal en 1983.

González Peñalva, nacida en Beasaín (Guipúzcoa) el 23 de octubre de 1956, perteneció en los años 80 al comando Madrid. Tras el fracaso de las conversaciones de Argel, fue expulsada el 18 de abril de 1989 y trasladada a la República Dominicana. Fuentes policiales españolas barajan la posibilidad de que ambos etarras hayan escapado a Cuba, aunque tampoco descartan que hayan regresado a Francia o Bélgica. "Podría forma parte de una estrategia adoptada por ETA, consistente en poner fin a la situación de los deportados", indicaron.

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