El Mallorca sigue invicto en Europa

El sistema Cúper sigue siendo válido en Europa. La disciplina y el orden táctico son exportables y no conocen fronteras, según quedó de manifiesto en el estadio Rey Balduino de la capital belga. El Mallorca juega en Europa con la misma seguridad que lo hace cada domingo en la Liga española, fiel a un estilo que no cesa de darle satisfacciones. El empate es un buen resultado a la espera del partido de vuelta el próximo 5 de noviembre en el Luis Sitjar. El antiguo campo Heysel estaba muy rápido y el campeón belga tenía un pacto con los goles, según reflejan sus estadísticas. Pero el Mallorca se mostró inmutable a lo largo de todo el encuentro. Los rojillos parten de una premisa -orden y seriedad, cada uno en su sitio y lo colectivo primando sobre lo individual- más fácil de describir que de materializarla.

Este equipo cambió media plantilla esta temporada pero la impronta del técnico Héctor Cúper sigue imponiéndose. Reaparecieron Roa en la portería y Siviero en la zaga. Y el equipo lo notó. Roa realizó una parada increíble en el minuto 3 salvando a su equipo de un gol cantado a remate de Reini. Y Siviero, con excepción de un fallo en el primer minuto, recuperó su mejor nivel y estuvo a la altura de las circunstancias.

El Mallorca no se descompuso con el juego ofensivo que intentó dibujar el Genk, ni tampoco lo hizo con las acciones del endiablado extremo Oulare, que junto a Strupar fueron los encargados de poner a prueba la solidez de la zaga visitante. El Mallorca lo pasó mal en algunas fases del partido y en ocasiones perdió el control del medio del campo. Fue una pérdida momentánea de los papeles porque Dani cabeceó a bocajarro un balón en el minuto 11 que Brockauser despejó de forma milagrosa. Esta jugada sería clave porque el equipo mallorquín volvió a creer en sus propias posibilidades al tiempo que volvió más conservador al equipo rival.

El gol de Dani pudo ser definitivo si el equipo de Cúper hubiese estado más acertado en el contragolpe. Empató Oulare aprovechando que toda la defensa balear se durmió en la salida de un córner y volvió la incertidumbre a las filas isleñas. El balón circulaba de prisa, pero siempre la hacía en dirección a Roa.

Perdido el dominio del partido, el Mallorca buscó de forma desesperada más aire, con la entrada al campo de Niño y Carlos, que sustituyeron a Paunoivic y Biagini, respectivamente.

El Genk volvió a ser el equipo peligroso de siempre en el último cuarto de hora, ayudado además por la expulsión de Stankovic en el minuto 83 por dar un codazo a un defensa rival. Origi estrelló el balón en el travesaño, en el minuto 88, y con él la última oportunidad de su equipo para ganar el partido y poner a su favor la eliminatoria.

El Mallorca acabó el encuentro con más apuros de los esperados pero salió vivo de Bruselas.