El olfato de los vascos

Se ve a un político muy serio, encorbatado en el asiento trasero de su coche oficial. "Si viene la paz", se resigna, "que la traiga el diablo". La cámara de Elías Querejeta -que no habla, sólo mira y escucha- se detiene luego en tres monjas que sonríen, que se cubren de la lluvia con un paraguas negro y que antes de despedirse del periodista -"agur, guapo", le piropean- intentan inculcarle que también debe de haber ángeles en el infierno de ETA. Ahora que las elecciones vascas han pasado -y que del resultado se espera por fin una paz no retornable-, el reportaje Euskadi, en clave de futuro (Canal +, 00.23 horas) se convierte en un homenaje al olfato de los vascos. "La política", dice un anciano tranquilo mientras pasea por el puerto, "también está allí, en los barcos que regresan llenos de pescado...".Da la impresión de que Elías Querejeta, de tanto producir películas, le ha contado el final a unos -al hombre que siega, a la mujer que vende alubias en el mercado de Gernika, a las monjas y al anciano- y se lo ha ocultado a los actores principales, a los líderes de los partidos políticos vascos. Así que, en su última producción, unos, los primeros, la gente corriente que trabaja, vota y espera, sale en la película sonriente, relajada, preocupada por el futuro, pero sólo lo justo. A los políticos, en cambio, se les ve tensos, sin apearse apenas de la crispación y de sus corbatas. Sólo a veces, cuando Querejeta retrata las bambalinas de la campaña -un candidato que traga saliva en una tertulia radiofónica, otro que se relaja y gasta bromas en el autobús electoral-, se consigue adivinar el lado más amable de la política.

"Hemos pretendido", explica el productor vasco, "que la cámara, sin tomar partido, refleje de la forma más directa posible la realidad social y las posiciones de los distintos partidos políticos en las elecciones vascas. Me importa que la gente vea el programa esta noche, pero me importa mucho más que lo vean dentro de un tiempo; que sirva para retratar fielmente lo que pasó". Euskadi, en clave de futuro es la segunda entrega de la serie El ojo de la cámara, que se inició el pasado mes de abril con Primarias, un programa sobre el proceso de elección interna de los candidatos del PSOE.

A caballo entre el periodismo y el cine, retratando lo que pasa para que pueda ser visto en el futuro, un equipo formado por 37 personas, y dirigido por Eterio Ortega, recorrió el País Vasco durante 17 días -desde el nueve de octubre hasta la madrugada electoral- y fue grabando hasta reunir 100 horas de cintas sin editar. Elías Querejeta, sentado en su estudio de Madrid, fue mirándolas una a una.

No sólo se escuchan en el reportaje las voces de los políticos, también hablan los vascos de la calle; y se reconoce el sonido de la radio por la mañana, y el de las olas en San Sebastián; y el de las campanas de las iglesias. Lo que no ha podido grabar Querejeta -y por eso se oyen tan nítidos todos los sonidos- son imágenes de violencia callejera, de autobuses ardiendo, de manifestaciones desesperadas por un concejal a punto de ser asesinado. Sólo para eso se ha acercado el productor a su archivo: para recordar los errores y no repetirlos.