La estación del teatro

La palabra festival suele asociarse a verano, la época del año en que concurren las más famosas citas escénicas tanto en España como en otros países. En Madrid, no. En Madrid llegan en masa con el otoño. En estos momentos coinciden en la capital el Festival de Otoño, uno de los acontecimientos culturales más destacados de la región; el Festival de Teatro Argentaria; el Festival Internacional Madrid Sur; la Muestra de Teatro Iberoamericano; el ciclo teatral Todo a 50, o el Festival de Otoño de Griñón, un pueblo de 4.000 habitantes por el que pasan en estas fechas artistas como Rafael de Córdoba o Pedro Iturralde.Que un espectáculo se presente dentro de la programación de un festival significa que estará en cartel pocos días (tres o cuatro) y que se trata de espectáculos que difícilmente llegan a la ciudad dentro de una programación normal. Significa también que un día de estos, por ejemplo el próximo sábado 7 de noviembre, un aficionado a las artes escénicas se verá en la difícil tesitura de tener que elegir entre acudir a una representación de Villain!, el espectáculo del Festival de Otoño en el que Steven Berkoff, uno de los grandes nombres del teatro internacional, interpreta varios personajes malos de distintas obras de Shakespeare, o asistir a una representación de Otra tempestad, que llega con el grupo cubano Teatro Buendía dentro del Festival de Teatro Iberoamericano, o ver una función de la legendaria compañía americana de danza Pilobolus (Festival de Otoño).

Pero el problema aún no ha terminado. Ese mismo día, el sábado 7, puede ver también El dinero, un espectáculo de la compañía griega Attis Theatre (Festival Madrid Sur); una actuación del Ballet de la Academia de la Academia de las Artes de Pekín (Festival de Otoño); una representación de La noche de los asesinos, que llega al Festival Argentaria con el grupo La Estampa Teatro. En total, el aficionado al teatro tendrá que decidirse entre 11 espectáculos llegados a la ciudad dentro de la programación de algún festival.

Cada una de estas citas tiene su propia filosofía. Con el Festival de Otoño llegan espectáculos de riesgo junto a grandes nombres consagrados. Sus representaciones de teatro, música, danza y circo se reparten en varios teatros y salas alternativas de Madrid capital y también de varios pueblos de la región. Esta edición se prolongará hasta el 6 de diciembre.

El Festival de Argentaria acerca a Madrid el teatro que se realiza en las comunidades autónomas. Este año se verán compañías de Castilla y León, Murcia y Extremadura en el Círculo de Bellas Artes, sede de este certamen.

La Muestra de Teatro Iberoamericano pretende que se vean en Madrid compañías sólidas de vanguardia latinoamericana. La cita reúne en esta edición un total de 11 grupos procedentes de varios países, que actuarán, hasta el 9 de diciembre, en el Centro Cultural de la Villa.

El Festival Madrid Sur se propone llevar espectáculos de calidad a los municipios del sur (Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Móstoles y Parla). "El objetivo básico es conjugar la función lúdica con la reflexión y buscar la mayor participación posible", declara José Monleón, director de la cita.

Sin embargo, la elección del otoño para la celebración de festivales, especialmente el de Otoño, recibe las críticas del sector privado. Diversos productores y asociaciones de empresarios teatrales han reclamado que sus fechas se trasladen a la primavera, porque se ven obligados a competir con una nutrida programación justo en el arranque de la temporada teatral. Se quejan también porque ellos no pueden realizar una inversión en publicidad tan grande como la que realizan las instituciones.

Pero no sólo la Comunidad o una fundación como Argentaria pueden organizar un festival. Con mucha imaginación y poco presupuesto se puede sacar adelante una cita. En Griñón, un municipio del sur, tienen su propio Festival de Otoño, en el que el Ayuntamiento de esta localidad gasta cinco millones de pesetas. Pedro Iturralde, Académica Palanca, un grupo de zarzuela, la compañía de teatro El Foro o el ballet flamenco de Rafael de Córdoba son los nombres que pasarán por este pueblo de 4.000 habitantes.

"Somos conscientes que un muncipio pequeño no puede ofrecer una programación cultural regularmente. Por eso organizamos este festival", dice una portavoz del certamen, que asegura que su teatro de 300 localidades se llena en cada representación.

Otro ejemplo lo ofrece Comisiones Obreras, que celebra un ciclo al que ha llamado Todo a 500 en alusión al precio de las entradas. Por el escenario del Ateneo Cultural Primero de Mayo desfilarán compañías dignas de atención: una está formada por minusválidos psíquicos (Calatrava); otra, por enfermos de sida (Basida), y otra por jubilados (Artríticos Reunidos).

Y en Chinchón hay ahora un certamen de teatro aficionado que lleva el nombre de José Sacristán, un actor nacido en este pueblo.