Juan Carlos Irizar intenta llegar al gran público con un disco de versiones
El caso de Juan Carlos Irizar es ciertamente peculiar. Su producción musical ha llamado la atención de las compañías discográficas. Sin embargo, pese a haber publicado la friolera de 15 discos en 14 años, es prácticamente un desconocido para el gran público. Extraño, más en una época en que los omnipresentes medios de comunicación otorgan día a día popularidad a autores con mucha menos música detrás. El pianista de Oñati confía en que su situación cambie con la puesta en circulación de su quinto elepé para el sello Hilargi Records. Oroimenaren lorratzak (Huellas del recuerdo) es su título y recoge 17 versiones instrumentales, ubicadas entre la música clásica y la relajante new age, de temas "románticos y sentidos" creados por Itoiz, Anje Duhalde, Hertzainak, Txomin Artola, Estitxu, Mikel Laboa, Benito Lertxundi, Pantxoa eta Peio, Zarama y Egan. "Esto ha surgido para recordar, por medio del piano como voz principal, que también hay temas muy bonitos que se han cantado últimamente. Es también un homenaje a las personas que han hecho estos temas tan bonitos que, de alguna manera, a mí en su momento me han encantado". Así justifica Irizar la edición de un álbum que se abre con el inmortal Lau teilatu de Itoiz y en cuya grabación ha contado con la ayuda de flauta, saxofón, guitarra y diversas programaciones. Todo ello para lograr un sonido que "tranquiliza un montón". Profesor y director El estreno discográfico de Juan Carlos Irizar se produjo en 1984, con la edición de Donosti romántico por parte de Xoxoa, pero antes se había instruido musicalmente en Euskadi, Madrid, la localidad francesa de Pau y Roma, guiado por las enseñanzas de diversos maestros. Así adquirió una base sólida que le ha permitido grabar 15 álbumes y asentarse como profesor de música y director de banda y coro. Pese a todo, lo dicho, vive casi en el anonimato. Aunque se revela. "Me da un poco de rabia. Soy una persona que escribo mucha música al cabo del año y no soy muy conocido. Parece que no estoy haciendo algo en plan serio, que no les gusta el tipo de música instrumental... No me lo explico. No es por nada, pero yo, si algo sé hacer bien, eso es la música. Creo que sé hacer una música muy bonita y es una pena que no se escuche más", arguye el pianista en plena reivindicación de su talento. Este disco de versiones puede ser el ariete que derribe el muro del desconocimiento y le depare, por fin, un hueco entre los artistas conocidos. "Me gustaría que las personas de todos los lados me vayan conociendo, abrir un poquito el camino. Mi música, al ser instrumental, se puede escuchar en cualquier lugar. Quiero que se conozca y que haya personas a las que le guste. Lo importante es eso", asevera Juan Carlos Irizar al confesar las esperanzas que tiene puestas en Oriomenaren lorratzak.
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