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Cuatro cafés diarios combaten el tabaquismo y el alcoholismo

Juan Arias

Una investigación sobre el café llevada a cabo durante 12 años por la Universidad Federal de Río de Janeiro y la Universidad norteamericana de Vanderbilt ha echado por tierra toda una serie de prejuicios contra el consumo de café, al concluir que el consumo moderado (cuatro cafés al día) tiene efectos benéficos contra la depresión, el tabaquismo, el alcoholismo e incluso contra la drogadicción. El responsable del grupo de estudios que ha llevado a cabo la larga investigación, Darcy Lima, catedrático de Farmacología Clínica del Instituto de Neurología Deolindo Couto, de la Universidad Federal de Río, ha explicado que los componentes del café no son medicinas y que, lógicamente, no permiten curar una depresión crónica. Pueden, sin embargo, evitar las crisis depresivas, un problema que afecta al 16% de la población mundial, y que en Brasil provoca 16 suicidios al día.El estudio fue hecho en colaboración con el bioquímico Luis Trugo, del Instituto de Química de la Universidad de Río, quien ha explicado que de la investigación se desprende que los compuestos del café llamados ácidos clorogénicos se descomponen al tostarse en cinco componentes que los científicos consideran de efecto antagonista de los opiáceos.

El compuesto inhibe el exceso de encefalinas, que son neurotransmisores opioides ligados a la sensación de placer y que se fijan en determinados receptores neuronales. Las sustancias del café también mantienen el nivel del neurotransmisor dopamina, relacionado con la depresión, ya que un nivel bajo puede ser un factor depresivo.

Corteza cerebral

Los responsables de la investigación afirman que ya era sabido que la cafeína, que es el principio activo del café, actuaba en la corteza cerebral estimulando la atención. Pero lo que han descubierto ahora es que el compuesto derivado de los ácidos clorogénicos actúa sobre el sistema límbico, la región del cerebro donde se originan las emociones y la sensación de placer.En la investigación hecha a lo largo de 12 años, se examinó a 900 personas afectadas de alcoholismo, hospitalizadas en centros médicos de Río de Janeiro, y se estudiaron los hábitos de consumo de café de 20.000 estudiantes de todo Brasil. Uno de los resultados es que la tasa de depresión entre los que bebían café era de sólo un 4%, mientras que de los que se abstenían por completo era del 20%.

La Universidad estadounidense de Vanderbilt, que participó en la investigación, inaugurará el 18 de enero próximo en Estados Unidos el Instituto de Estudios sobre el Café, en el que participarán 50 países productores de café e investigadores de EE UU, Brasil, Colombia, Finlandia, Rusia, Costa Rica y Guatemala. Los científicos de la Universidad de Río quieren iniciar otros estudios sobre plantas de Brasil con poderes terapéuticos.

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