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Sanidad no excluye crear fundaciones para gestionar en el futuro los hospitales públicos

VIENE DE LA PÁGINA 1 El Gobierno del Partido Popular ha introducido la posibilidad de dotar a los centros sanitarios de personalidad jurídica propia con respecto a los servicios de salud de los que dependen en una enmienda a la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales. La oposición, PSOE e IU, ha respondido con beligerancia. En Euskadi, la aprobación el año pasado de la Ley de Ordenación Sanitaria también provocó el rechazo de IU -pero no del PSE-EE que formaba parte del Ejecutivo vasco y votó a favor-, que criticó la introducción del modelo de gestión privado en el servicio público. "La idea", explican desde Sanidad, "es que cada centro vaya ganando en autonomía. Pero antes hay que dotar de autonomía a todo el conjunto, que es Osakidetza. Por eso hemos cambiado la figura jurídica de la institución que aglutina a todos los centros públicos: antes era un organismo autónomo, ahora un ente público de derecho privado". "Tiene que dar igual" En principio, el ciudadano no tiene por qué percibir el cambio de figura jurídica. Al menos eso es lo que piensa el Gobierno. "Le tiene que dar igual. Da lo mismo que el que le de el servicio sea un organismo autónomo, un ente público, una sociedad pública o una fundación. Lo que quiere el usuario es que le den el servicio, y con calidad. Y eso está garantizado porque detrás siempre está el Gobierno". En la elección de la figura con la que se gestionan los hospitales -en el caso vasco, Osakidetza- se valoran factores de muchos tipos, desde jurídicos hasta económicos. "Que los centros tengan personalidad jurídica", recalcan desde el departamento, "quiere decir que se pueden desenvolver con mucha más libertad en el terreno económico y en las relaciones con terceros. Desde el primer momento hemos pensado que la autonomía es cuestión de talante. Se puede ser más o menos autónomo, todo depende de la voluntad de los gestores en cada momento. Una figura jurídica u otra puede dar, según se use, mucha independencia o poca". Con el cambio en Osakidetza, el Gobierno pretende que los hospitales consoliden nuevas formas de trabajar, que sean más autónomos. De esta forma, tendrán suficientes elementos para debatir algún día si es conveniente romper el conjunto (Osakidetza) y funcionar de forma independiente, aunque siempre bajo la supervisión del Gobierno en aspectos fundamentales, como el control del patrimonio. "De momento", puntualizan fuentes de la consejería, "ponemos una red, el ente público, que ayude al Gobierno a controlar lo que ocurre en los hospitales". "Estamos en una fase exploratoria, de adaptación del conjunto. En otras comunidades han hecho la reforma de una manera más abrupta: han dotado de personalidad jurídica propia a los centros y funcionan de forma independiente, aunque los ingresos proceden de los gobiernos autónomos", indican los portavoces de la consejería. Red protectora De momento, lo que el Gobierno tiene claro es que tendrá que pasar como mínimo una legislatura para ver si da o no el paso y quita la red "protectora" que ahora supone Osakidetza. "Al ministerio le ha gustado la forma de la fundación como podía haber optado por una sociedad pública. Las fundaciones no son como torpedos que van a su aire sin tener en cuenta lo que pasa con el resto del sistema. Para pasar la barrera de la privatización tendría que tratarse [de la enajenación] del patrimonio, y en las fundaciones el patrimonio sigue siendo público". En la Comunidad Foral de Navarra, los cinco hospitales públicos son gestionados directamente por el Servicio Navarro de Salud, organismo autónomo dependiente del Gobierno foral. El funcionamiento de los centros se basa en el contrato-programa (al igual que ocurre en Osakidetza). En estos contratos se especifica los objetivos a alcanzar y el Gobierno asigna los recursos económicos correspondientes. El consejero de Salud, Santiago Cervera (UPN), ha anunciado que el Gobierno navarro descarta que los hospitales de la red pública cambien su titularidad y se acojan a la posibilidad de gestionarse a través de fundaciones. Sin embargo, apuntó que la figura de las fundaciones propuesta desde el ministerio es "positiva y avanzada y está en sintonía con todas las líneas de reforma de los sistemas occidentales de salud".

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