Colectivos sociales cuestionan las unidades especiales de atención a presos en los hospitales
Las unidades hospitalarias con custodia especial, destinadas a albergar a los presos que requieren ser ingresados, colocan a éstos en un régimen de "aislamiento policial", denunciaron ayer diversos colectivos sociales y sindicatos, encabezados por la organización Salhaketa y la Pastoral Penitenciaria. Estos grupos exigen el cierre cautelar de la última de estas unidades abiertas, la del hospital vitoriano de Txagorritxu, inaugurada en setiembre, y piden que no se recurra más a esta fórmula. Otro de estos servicios funciona en el hospital de Basurto desde hace años.
Diversos colectivos sociales de apoyo a presos y sindicatos reclamaron ayer el cierre cautelar de la unidad del hospital de Txagorritxu de Vitoria, donde reciben atención los presos que cumplen condena en la cárcel de Nanclares y requieren internamiento hospitalario. Según el sociólogo César Manzanos, que leyó la denuncia suscrita por los grupos Salhaketa, Pastoral Penitenciaria, SOS Racismo, Senideak, Comisión Anti-Sida, AFAPP (Asociación de Familiares de Presos Politicos) y por los sindicatos LAB y ESK-CUIS, el servicio de Txagorritxu, abierto el mes de setiembre, no reúne los requisitos mínimos exigibles y vulnera los derechos a la salud, la intimidad y el trato digno de los ingresados. Las organizaciones citadas acudirán a los tribunales para lograr el cierre cautelar por vía judicial si el hospital se niega a hacerlo y estudian someter el tema a la consideración de la comisión de Derechos Humanos del Parlamento. El Ararteko tiene conocimiento del problema y un representante de su oficina giró ya una visita a denominada Unidad con Custodia Especial del hospital de Txagorritxu, que, según los grupos denunciantes, coloca a los presos en "régimen de aislamiento policial dentro del centro hospitalario". Según el portavoz de las referidas organizaciones, "los presos no quieren ir al hospital desde que funciona esta unidad". "La prueba es que, en estos momentos, no hay un solo ingresado, cuando la media venía siendo de entre seis y diez personas". Hasta la entrada en funcionamiento de este área especial, los presos ocupaban cama en cualquiera de las plantas del hospital, en función de su patología. Normalmente, se les reservaban las últimas habitaciones de los pasillos y se instalaban biombos para que los policías encargados de su custodia pudieran desempeñar su labor con discreción. Este sistema,aseguran los colectivos firmantes de la denuncia, no creó alteraciones destacables y garantizaba la prestación de la aténción sanitaria en condiciones de igualdad respecto al resto de los enfermos. La apertura de la unidad con custodia especial ha supuesto, según aseguró César Manzanos, un paso atrás. "Coloca a los presos en un régimen equivalente al cerrado con sanción dentro de la prisión, restringe sus visitas y pone en manos de los funcionarios policiales decisiones como la de llamar o no al personal sanitario cuando un interno lo solicita", afirman los denunciantes. César Manzanos señaló que la comisión de bioética del hopital vitoriano está al tanto de su denuncia, al igual que el gerente del centro, Francisco Villar, con quien solicitaron una entrevista a principos de diciembre, sin obtener respuesta hasta el momento. Francisco Villar rechazó ayer mismo todas estas críticas y justificó la creación de esta unidad específica, compuesta por seis habitaciones dobles, por la necesidad de evitar fugas de reclusos o situaciones peligrosas para el personal sanitario, así como para "no coartar los derechos de los enfermos", dijo a Europa Press. Villar aseguró que el trato sanitario que se dispensa a los internados en esta unidad es "absolutamente correcto" e "idéntico" al de otros pacientes, y defendió el sistema actual frente al que operaba hasta setiembre. También negó que los policías tengan capacidad de decidir si las enfermeras o facultativos deben o no acudir a la llamada de los presos ingresados y que puedan escuchar sus comunicaciones telefónicas, otro de los extremos denunciados.
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