Una obsesión que interesa a centros de todo el mundo

En el final del siglo XX el cuerpo, y las reflexiones sobre la sexualidad, el género y las razas, se ha convertido en una obsesión en Occidente que ha encontrado un reflejo la manifestaciones artísticas. La exposición Trans sexual express, de Bilbao arte, sigue la estela de importantes centros artísticos que se han ocupado del cuerpo. Los organizadores de la muestra de Bilbao encuentran cinco referencias, dispares entre sí, que avalan la actualidad y el interés internacional del tema. En 1992 el Museo de arte contemporáneo Pully-Lausana abrió la serie de ciudades europeas y del Mediterráneo oriental que mostraron la exposición Post human, en la que se exploraban las posibilidades de alterar el cuerpo humano a través de las nuevas tecnologías. Tres años más tarde el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid, presentó Cocido y crudo, con el objetivo de polemizar sobre la identidad nacional y la naturaleza en un marco general que ponía en tela de juicio el pensamiento colonialista. La identidad sexual, el sexo, y sus consecuencias sociales fueron las claves de Féminimasculin, le sexe de l´ art en el centro Pompidou de París en 1995. Ese mismo año se inauguró en el Museo Guggenheim de Nueva York Rrose is a Rrose. Gender Performance in Photography, una exposición colectiva internacional que giraba en torno al concepto de género. Más cerca también se ha abordado el debate sobre estos temas. El centro cultural Koldo Mitxelena, de San Sebastián, organizó el pasado año la exposición de fotografía El rostro velado. A través de las obras seleccionadas distintos autores internacionales que han trabajado en los últimos 70 años abordaron el tratamiento del travestismo en la cultura de los países occidentales.