Grupos fanáticos celebran los diez años de la "fatwa" contra Rushdie

Grupos de fanáticos salieron ayer a las calles en diversos puntos del mundo musulmán para recordarle al escritor británico Salman Rushdie que mañana se cumplen los diez años de la fatwa. Una pena de muerte que le impuso el Ayatolá Jomeini y que, a pesar de que el Gobierno iraní retiró en septiembre el apoyo a su cumplimiento, sigue vigente para muchos fundamentalistas. En la Universidad de Teherán, un muro de pancartas recuerda que ni olvidan ni perdonan la condena a muerte al escritor de los Los versos satánicos, obra considerada blasfema. "Sin ningún tipo de duda, se cumplirá el veredicto contra Rushdie", se lee en los carteles, que recuerdan que sólo el propio Jomeini -ya muerto- podría perdonar al escritor. Las protestas también se localizaron ayer en Bombay, donde un grupo de manifestantes utilizó como blanco de sus sandalias un cartel en el que se mostraba a Rushdie caracterizado de demonio. La manifestación fue especialmente concurrida, ya que el Gobierno de aquel país ha garantizado un visado de entrada al escritor, que pretende viajar a su país de origen.

En un artículo para The New York Times, Rushdie escribe que vive las consecuencias de su condena como una úlcera, que no le mata pero que le vuelve loco.