Los socialistas ignoran las demandas del líder de CiU

Los socialistas no parecen dispuestos a que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, les desbarate su estrategia electoral en Cataluña basada en criticar la labor de gobierno de casi veinte años del político nacionalista. La iniciativa de Pujol de anunciar reivindicaciones de autogobierno debiera haber obligado a los socialistas a entrar en detalles, pero se han limitado, deliberadamente, a situar esas propuestas sólo en clave electoral y no ir más allá por cuanto que "el próximo presidente de la Generalitat será Pasqual Maragall", dijo el responsable de política autonómica del PSOE, Ramón Jáuregui en nombre "de todos los socialistas". De inmediato acusó al presidente del Gobierno, José María Aznar, de las peticiones de los nacionalistas "por no tener un proyecto de España, por ser un descreído del Estado".Los teléfonos de los socialistas de toda España funcionaron ayer desde primera hora para que no hubiera voces discordantes. Jáuregui conversó con el primer secretario de los socialistas catalanes, Narcís Serra, y varios secretarios regionales. Se trataba de no entrar en debate con Pujol sobre su propuesta de mayor autogobierno para Cataluña, toda vez que la idea de los socialistas catalanes y del resto de España es la de situar al presidente de la Generalitat en el pasado en tanto que su candidato, Pasqual Maragall, se presenta como la renovación. De ahí que en este partido no se haya gastado una palabra en opinar sobre la propuesta del nacionalismo de conseguir para Cataluña competencias que en la práctica casi la convertirían en un Estado.

"Cortina de humo"

"La propuesta del señor Pujol es una cortina de humo para tapar su gestión política de casi veinte años; no le vamos a seguir el juego", dijo Jáuregui. "Hay mucho autogobierno en Cataluña, por lo que los ciudadanos pueden juzgar al señor Pujol por el uso que ha hecho de esas capacidades durante tantos años", señaló el responsable autonómico socialista. Los dirigentes del PSOE, sin embargo, sí atacaron al Gobierno central. Creen que el presidente, José María Aznar, es el responsable de las crecientes reivindicaciones nacionalistas "al no ser capaz de corresponsabilizar a sus socios en la construcción de España o de pedirles lealtad". Ello vendría dado porque Aznar "es una especie de relativista sobre el papel de cohesión del Estado, por lo que se está asentando con demasiada naturalidad en el país la idea de que España se puede disgregar", lamentó Jáuregui.Por su parte, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, se negó, pese a la insistencia de los periodistas, a dar una opinión sobre las reivindicaciones de Pujol, informa . "No las conozco, y no me parece que sean tan importantes, pero no he tenido tiempo de estudiarlas", dijo a los periodistas que siguen el desarrollo del IV Congreso del Partido del Socialismo Europeo, en Milán.