Restaurante Roxario

Nos encontramos con un conocido restaurante pionero en un genero de los que luego tanto ha proliferado por toda nuestra geografía, asadores-sidrerías en los que se sigue funcionando al final de la corta temporada. En este caso con la ventaja de ser prácticamente un anexo de la sidrería familiar Zapiain sita en el corazón sidrero, es decir en la zona guipuzcoana de Astigarraga. Quien lo regenta, Charo Zapiain, mantiene viva una cocina tradicional y popular y a la vez muy exquisita que va mas allá de las ofertas últimamente al uso. Suena ya a reiterativo decir que aquí se hace la mejor tortilla de bacalao que podemos encontrar. Pero no queda la cosa en esa joya casera de todos conocida y alabada. Así, la ensalada de sardinas viejas con pimientos y cebolletas de su huerta, la zurrukutuna, los garbanzos de vigilia, la berza con tocino y costilla o la mas simple aun carne guisada son la exaltación de las recetas mas ancestrales y gustosas pero a la vez muy refinada, mimadas y elaboradas con esmero. No faltan los pescados como el besugo, la sardina, el rodaballo... hechos con buen punto a la parrilla lo mismo que unas carnes rojas siempre correctas. Lo mas distinguido es su pollo de caserío (de los verdad) asado con manzanas reinetas del país (errezila) y guarnecido con unas gruesas patatas, fritas "como Dios manda", es decir, en amplia sartén. Los postres ricos, entrañables y caseros. Obligatorios todos lo que lleven manzana y por supuesto su afamado bizcocho. Eso sí, olvídense por un día de la línea y tómense un chupito de Sagardoz, marca de la casa.