De cuatro socios a 22 empleados
Cuatro socios iniciaron hace diez años el embrión de la consultoría Trace, que tiene seis socios y una plantilla de 22 trabajadores, que no rebasa los 36 años de edad. El aumento de la plantilla y la cartera de clientes de esta empresa ha sido lenta pero segura. "Nosotros hemos ido creciendo poco a poco, reinvirtiendo todos los beneficios y fidelizando a los clientes con calidad y con cumplimiento de los plazos y los presupuestos, que es muy importante porque algunos diseñadores retrasan los trabajos y encarecen el precio inicial", destaca el gerente de Trace. Junto a Sebastián Sánchez, son socios de la consultoría de diseño Luis Zorrozua, Fernando Endes, Oliver Zaitegui, Javier Fernández y Rodrigo Sainz. Arquitectos, diseñadores gráficos, industriales e interioristas son las profesiones que combinan para poder ofrecer un servicio completo a las empresas. "Nuestra ventaja frente a otras empresas de diseño es que nos encargamos de todas las áreas posibles y dotamos a las empresas de una imagen uniforme. Es muy importante que la empresa no confunda al cliente y que la idea final que transmita al exterior sea la misma en sus documentos, productos, en las ferias, etc", añade Sánchez. Sus planteamientos tienen concreciones concretas. En el caso de los supermercados Consum que realizaron para Eroski, la idea era transmitir "calidad y calidez al cliente", explica el encargado de la gestión de la consultoría, quien añade que no sólo se cumplió ese objetivo sino que se demostró que con el cuidado en la presentación de los productos, la decoración y una buena señalización, los supermercados Consum de la cooperativa han duplicado las ventas de otros establecimientos similares en los que no se invirtió en diseño. El éxito de estos supermercados ha traído otros contratos a la consultoría Trace como el diseño de una red de comercios en Baleares.
Falta de apoyo
El País Vasco nunca ha destacado por el diseño de sus productos. Frente a otras comunidades, como Cataluña y la valenciana, las empresas vascas han vivido alejadas de esta actividad que, sin embargo, aporta un factor de competitividad. La creación del centro de diseño DZ de la Diputación vizcaína o el premio al mejor diseño en Máquina-Herramienta que se concede en la bienal de este sector en la feria de muestras de Bilbao son algunos de los pasos que han dado las instituciones vascas para fomentar la creatividad y la atención sobre las formas de presentación de los productos made in Euskadi. Unos esfuerzos que, en opinión del gerente de la consultoría de diseño Trace, son "insuficientes". "El diseño aporta un tanto por ciento a las ventas de una empresa", defiende Sebastián Sánchez. Este interiorista, que trabajó hace varios años en una consultoría de diseño inglesa, a la que encargaron el diseño de las estaciones del AVE Madrid-Sevilla, añade que "hay muchos diseñadores buenos en España pero hace falta que los empresarios confíen en nuestro trabajo para mejorar su negocio".
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