Solana ordena ampliar la ofensiva
La represión en Kosovo lleva a la OTAN a intensificar sus ataques contra la artillería serbia
Las fuerzas de la OTAN tienen desde anoche luz verde para atacar a la artillería serbia en territorio de Kosovo. Javier Solana, tras consultar con las capitales, autorizó el pase a la fase dos de la operación Fuerza Determinada, como medida de urgencia para intentar frenar el aumento de la represión contra la población civil albanokosovar. "Hay claros síntomas de una ofensiva total" contra los albaneses, había denunciado por la mañana el ministro británico de Defensa, George Robertson.
"He tomado esta decisión con el apoyo de todos los Gobiernos aliados, que están decididos a acabar con la violencia en Kosovo y a prevenir toda catástrofe humanitaria", enfatizó ayer Solana a través de una breve declaración escrita.
El primer ministro británico, Tony Blair, anunció anoche que pondrá más medios a disposición de las operaciones aéreas aliadas.
La autorización de pasar a la fase dos significa una ampliación de los objetivos de los aviones aliados, que hasta ahora se han ceñido a intentar destruir con misiles las sofisticadas defensas antiaéreas serbias y las instalaciones conexas, desde cuarteles de mando y control hasta instalaciones de tele comunicaciones en toda la República Federal de Yugoslavia. En general se trataba también de otros objetivos fijos, como depósitos de municiones o pistas de aeropuertos militares.
A partir de anoche los aviones de la OTAN pueden atacar también objetivos móviles dentro de la provincia de Kosovo. El objetivo de los aliados es atacar las unidades de artillería y de carros de combate serbios desplegados en Kosovo y en los que se basa el régimen de Slobodan Milosevic para atacar a la población civil. La OTAN lleva dos días denunciando el aumento de la represión de la población civil albanokosovar a manos de tropas y paramilitares serbios. "Mujeres y niños han sido literalmente empujados más allá de la frontera de Kosovo con Albania", había denunciado ayer por la mañana el portavoz de la OTAN, Jamie Shea. Unos 20.000 refugiados albanokosovares cruzaron ayer la frontera hacia Albania perseguidos por yugoslavas. Otros tantos han entrado en Macedonia. EE UU calcula que se ha producido ya un éxodo de unas 500.000 personas.
La decisión de atacar a tropas sobre el terreno es con secuencia directa del aumento de la represión serbia, pero revela también la confianza del mando aliado en las operaciones de castigo contra las defensas antiaéreas serbias desarrolladas en las tres primeras noches de ataques. Sin la destrucción parcial de defensas sería muy difícil haber pasado a la fase dos de la operación. Ahora los aviones de la OTAN necesitan acercarse mucho más a su objetivo debido a la movilidad de los canos de combate serbios. Para ello se necesita haber creado previamente pasillos de seguridad para garantizar en la medida de lo posible que los aviones aliados no serán derribados por las defensas antiaéreas serbias.
"No podemos decir que tenemos superioridad aérea total porque las defensas se pueden ir reconstruyendo, pero sí tenemos la superioridad aérea suficiente como para poder pasar a los ataques sobre el terreno de la artillería serbia", señalaron fuentes de la OTAN. "No se trata de una escalada sino de una diversificación de objetivos. Ahora podemos atacar a las, fuerzas que desencadenan la represión contra los albanokosovares, que en definitiva, es el gran objetivo de la operación: parar la represión".
El ministro 'de Defensa británico, George Robertson, insistió en rueda de prensa en Londres en que las fuerzas serbias estaban bombardeando las aldeas albanokosovares hasta su destrucción. "Hemos oído que algunos pueblos han dejado de existir. Los serbios están incendiando las casas, separando a los hombres de sus familias y disparándoles a sangre fría", afirmó Robertson, que aseguró que quienes están cometiendo estos crímenes serán perseguidos y llevados "ante el Tribunal Internacional de crímenes de guerra de La Haya".
El presidente de, EE UU, Bill Clinton, denunció ayer que "las tropas serbias continúan agrediendo a hombres desarmados, a mujeres y a niños". "Es una razón adicional para nosotros para mantener la misma orientación. Debemos continuar y continuaremos hasta que el jefe serbio, Slobodan Milosevic, acepte la paz o que reduzcamos significativamente su capacidad de hacer la guerra". "Somos la única oportunidad de los albaneses de Kosovo", añadía, por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair.
El ministro de Defensa alemán, Rudolf Scharping, afirmó ayer que el Ejército yugoslavo ha desplegado en Kosovo 40.000 hombres, apoyados por unos 300 carros de combate, 700 vehículos blindados y 700 piezas de artillería. Scharping añadió que las aldeas de la provincia son "bombardeadas sistemáticamente" por la artillería serbia. El ministro alemán, cuya fuerza, aérea ha entrado en combate esta semana por primera vez desde 1945, no excluyó que el actual conflicto en Kosovo se pueda extender próximamente a Macedonia y Albania.
La segunda fase de la ofensiva, cuya área de acción, está por debajo del Paralelo 44, es decir Kosovo y el sur de Serbia, aliviará la presión serbia sobre los albanokosovares pero, provocará, en opinión de los expertos, un mayor número de víctimas. Solana volvió a reiterar ayer en su declaración que "la OTAN no está en guerra con Yugoslavia". Hasta la fecha los bombardeos de precisión de la Alianza Atlántica han causado la muerte de 120 personas, según la Embajada yugoslava en Moscú.
Por otro lado, París fue ayer la primera capital occidental donde fuentes oficiales dejaron caer que la guerra emprendida en Kosovo podría ser larga. El titular francés de Defensa, Alain Richard, declaró que "el objetivo que nos hemos fijado es detener los medios de perpetrar matanzas" que posee Milosevic. Y a continuación confesó: "Esto llevará tiempo".
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