La imputación de dos miembros del PP da un giro al "caso Bango" y fortalece a De la Barreda

Una abogada, compañera de bufete de la letrada Julia Bango, que sufrió amenazas y agresiones supuestamente a manos de miembros del PP de Tenerife mientras elaboraba un informe sobre determinadas irregularidades urbanísticas en el municipio de Tegueste, podría convertirse en la tercera imputada por la titular del Juzgado de Instrucción número 3, Eva Ramírez, por su supuesta participación directa en el denominado caso Bango. Se trata de Elvira González, quien no compareció ante los tribunales en la citación judicial que la requirió para mantener el pasado martes un careo con la abogada agredida, por lo que se la declaró en busca y captura, aunque posteriormente se confirmó que permanece en la isla.Sobre González Cánovas recae la sospecha de que haya sido la autora del robo del expediente sobre las mencionadas irregularidades en la recalificación de la finca de El Tagre, de Tegueste, ocurrido el día 4 de septiembre de 1998.

La propia Julia Bango ha sido quien ha acusado a su compañera de despacho como presunta autora material del robo, según fuentes cercanas al caso. Bango narró cómo dos semanas antes de que se produjera la desaparición del expediente, Elvira González manifestó un gran interés por el contenido del documento. Unos días después mostró un gran nerviosismo y una extraña obsesión por mantener cerradas todas las puertas, llegando incluso a comunicar su sospecha de que había micrófonos instalados en el despacho, según la versión defendida por Bango ante las autoridades policiales.

Quienes sí comparecieron ante la juez para un careo fueron el consejero del cabildo insular de Tenerife, Alfredo González, y la secretaria del gabinete jurídico del PP, Cristo Pérez. Durante la comparecencia, la magistrada Eva Ramírez modificó la consideración de testigos con que ambos fueron citados y decidió finalmente que declararán como imputados.

Esta imputación directa a los miembros del PP como presuntos autores de las numerosas amenazas de muerte que recibió Julia Bango, tras confirmarse que la mayor parte de las llamadas telefónicas que ésta recibió fueron realizadas desde la propia consejería del cabildo, han dado un importante vuelco al desarrollo del caso. De hecho, Alfredo González es la mano derecha del coordinador regional, Ignacio González Santiago, contra el que el propio ex presidente del PP en Tenerife, Francisco de la Barreda -quien hizo públicas las supuestas corruptelas en su propio partido y fue apartado por ello de su cargo- ha dirigido sus acusaciones.

A medida que ha avanzado la investigación, De la Barreda ha visto fortalecer su situación, tras haber sido calificado de "insensato" y "loco" desde algunos sectores del PP. La incredulidad ante los hechos denunciados y el daño a la imagen del partido han sido los principales obstáculos contra los que el diputado nacional ha tenido que luchar. Sin embargo, la actuación de la justicia, con la implicación de dos miembros del PP, parece confirmar la gravedad de sus denuncias.

Por su parte, la figura de Ignacio González se ha ido debilitando, hasta el punto de que el secretario general del PP, Javier Arenas, no confirmó en su reciente visita a la isla el apoyo del partido a su candidatura como cabeza de lista del PP tinerfeño al Parlamento regional. González Santiago, que conoció la declaración de Arenas en los pasillos de la Cámara regional por boca de los periodistas, no ocultó su nerviosismo y malestar ante esa opinión expresada públicamente por Arenas. Ignacio González es un personaje controvertido de la política canaria, que se ha enfrentado incluso al presidente del PP en las islas, José Miguel Bravo de Laguna, quien a principios de legislatura logró apartarlo de la primera fila de la dirección del partido por un año.