Chaves comunica al PSOE que mantendrá la tensión sobre el adelanto electoral hasta el lunes
Manuel Chaves comunicó ayer a dirigentes de su partido y del Gobierno, en la habitual reunión de coordinación que celebran en el Parlamento, que informará de su decisión sobre las elecciones el próximo lunes, último día de plazo para la firma del decreto de disolución del Parlamento en caso de que convoque elecciones autonómicas el próximo 13 de junio, junto con municipales, europeas y autonómicas del artículo 143. Los asistentes a esa reunión se conjuraron para mantener en secreto lo que allí se habló y lo único que trascendió fue que la incógnita se desvelará el lunes.
Tanto hermetismo contrastó con la impresión que varios dirigentes del PSOE habían sacado esa misma mañana de la intervención de Chaves en la sesión de control del Parlamento, en la que contestó a tres preguntas relacionadas con el anticipo electoral. Según estos socialistas, Chaves se alejó de la tesis de la coincidencia, sobre todo por lo que no dijo. El presidente se escudó en la facultad que le confiere la ley autonómica para no comunicar su decisión a la Cámara y en dos ocasiones destacó ante el pleno la fortaleza de su Ejecutivo. "Inestabilidad política, ninguna. El Gobierno está a pleno rendimiento", enfatizó. A la reunión de coordinación asistieron, además del propio Chaves, los consejeros de la Presidencia, Gaspar Zarrías, y Economía, Magdalena Álvarez; el viceconsejero de la Presidencia, Alfredo Pérez Cano; el presidente del Parlamento, Javier Torres Vela; y los miembros de la ejecutiva, José Asenjo, Luis Pizarro y José Caballos. En esa cita, Chaves no dijo cuál es su intención y se limitó a escuchar las opiniones a favor y en contra de la decisión, dijeron varias fuentes. Los consultados aseguraron de forma unánime que sea cual sea la solución final, el PSOE formará una piña en torno al secretario general y presidente de la Junta y que éste dictará su veredicto el próximo lunes, aunque no está descartado que lo haga el domingo. Chaves afrontó con tranquilidad y aplomo la sesión de control y se abstuvo de repetir las tres únicas razones que en días y semanas pasadas ha ofrecido cuando se le ha preguntado por la fecha electoral: buscar la máxima participación, evitar la coincidencia con las generales y su deseo de agotar la legislatura. Ninguno de estos argumentos dio ayer Chaves, al tiempo que se parapetó tras la ley de Gobierno y Administración autonómica que le faculta para convocar elecciones "previa deliberación del Consejo de Gobierno" y "bajo su exclusiva responsabilidad". "Rumores infundados" La primera pregunta relacionada con la fecha la hizo el portavoz de IU, Luis Carlos Rejón, quien utilizó como asidero la ley de Cajas de Ahorro. "No me interesa para nada la fecha, aunque ya sé que hay rumores infundados de adelanto, que no sé de dónde salen", ironizó Rejón antes de inquirir al presidente andaluz si tenía "interés político de que en esta legislatura" se apruebe la ley de Cajas. Rejón y Chaves se enfrascaron unos minutos en un juego de palabras con doble sentido, hasta que el presidente cortó en seco: "Es absurdo discutir de una cosa de la que no queremos discutir [las cajas de ahorro], las cosas se plantean con claridad". Frente al pretexto utilizado por Rejón, el portavoz del PP, Antonio Sanz, disparó: "Yo sí se lo voy a plantear muy clarito". Y a continuación le espetó por qué "ha promovido esta estrategia de confusión que genera incertidumbre y juega con la estabilidad económica, social y política de Andalucía". El conservador aseguró que la facultad para convocar elecciones no "es sinónimo de arbitrariedad" y le instó a aprovechar la "oportunidad ética y estética" de decir "en este día y este sitio" si va a convocar elecciones. Chaves consideró la pregunta un "atentado y un menoscabo" de una prerrogativa constitucional y negó que sus cábalas afectaran a la comunidad. "Inestabilidad, ninguna, El Gobierno está a pleno rendimiento y la situación económica y política es buena", dijo. A una pregunta del portavoz socialista, José Caballos sobre el balance de la legislatura, el presidente consideró cumplido el programa electoral del PSOE "en un 90%", e incluso afirmó que la actividad legislativa la había cumplido con creces. Dubitativo, según Pimentel Poco antes de la sesión parlamentaria, el ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, en una conferencia sobre el empleo celebrada en Sevilla, destacó: "El presidente Chaves parece que se está divirtiendo mucho. Es una forma de tener notoriedad. Está jugando. Sabíamos que es dubitativo pero esto...". No obstante, Pimentel añadió que el PP ve "con buenos ojos que se adelanten las elecciones en este gobierno que ha hecho de la confrontación su bandera pero que no las hagan coincidir con otras porque estaría ocultándose el debate andaluz", informa Carmen Morán. Dijo también que la secretaria general de Asuntos Sociales, Amalia Gómez, sería una "excelente" candidata del PP a la Junta. Por su parte, el presidente del Partido Andalucista, Alejandro Rojas Marcos, anunció ayer en Huelva que "habrá una dura confrontación" entre los socios de Gobierno mientras dure el debate abierto por el PSOE sobre el adelanto de los comicios autonómicos. El enfrentamiento entre andalucistas y socialistas aumentará, dijo, "si finalmente se convocan las elecciones", informa Fernando Arnaiz. Rojas Marcos aseguró que la indecisión de Chaves supone "una falta de respeto y un insulto a los intereses de los andaluces".
Parlamento pendiente
Habría que remontarse a la etapa de la pinza (legislatura anterior durante la que se registró un fuerte control conjunto de PP e IU) para igualar tal ebullición. En el Parlamento andaluz no faltaba ayer casi nadie: diputados mirando de soslayo sus escaños, el Gobierno atento y de gesto circunspecto, cargos de confianza vacilantes, asesores en la cuerda floja y hasta un elenco de manifestaciones en las puertas y en el interior del salón de pleno. Nunca la Cámara estuvo más pendiente de una sola persona: el presidente de la Junta, Manuel Chaves. Al final no dijo nada, al menos nada claro, pero su discurso fue desmenuzado en sílabas, en pausas, en inflexiones de voz. Las interpretaciones fueron tan dispares como los mimbres de las que surgieron. "Está clarísimo, adelanta a junio, estoy seguro", comentó al salir un cualificado dirigente popular, mientras se intentaba sacudir el nerviosismo con repetidos gestos de encogerse de hombros: "No, si a nosotros nos viene hasta bien". Un compañero de filas mostró la misma certeza, pero en sentido contrario: "Ha dicho que no anticipa, entre líneas, pero lo ha dicho ¿no?". Los socialistas, los que más atención prestaron a su secretario general, recobraron la expresión titubeante anterior a la sesión plenaria, aunque a los que aún defienden la simultaneidad de los comicios andaluces con los municipales les rodeó un cierto halo de derrota: de súbito desapareció la multitud interrogante y cómplice que les ha escoltado días atrás. Algunos diputados, al término de la sesión, se dieron abrazos por la posibilidad de una despedida.
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