Cannes selecciona por primera vez a concurso un filme de Almodóvar

La 52ª edición del Festival de Cannes será la primera que verá en competición una película de Pedro Almodóvar. Todo sobre mi madre, que el director manchego quería que participase fuera de concurso, tal y como contó a este periódico, se verá incluida en la lucha por la Palma de Oro. Y ahí, entre el 12 y el 23 de mayo, se encontrará en buena compañía, entre los nombres de Greenaway, Egoyan, Carax, Kaige, Oliveira, Bellochio, Winterbotom o Kitano, entre otros.

El cortometraje Ruleta, de Roberto Santiago, y el largo Flores de otro mundo, de Iciar Bollaín, escogido para la prestigiosa Semaine de la Critique, completan la presencia española en el festival. Cannes abrirá con El barbero de Sevilla, una superproducción rusa que dicen debe servirle también de manifiesto electoral a Nikita Mikhalkov en su ambición por tomar el relevo de Yeltsin. La clausura será para el británico Olivier Parker y su Ideal husband, quedando también al margen de la competición dos títulos estadounidenses aportados por los grandes estudios para su lanzamiento europeo: Alto voltaje, de Jon Amiel, y En directo en EdTV, de Ron Howard.

Si Cecilia Roth, Marisa Paredes, Penélope Cruz, Antonia San Juan y Rosa María Sardà son las estrellas de Todo sobre mi madre, habrá que ver quién se lleva el gato al agua en Ocho mujeres y media, la nueva cinta de Peter Greenaway, otro especialista en la dirección de actrices. En la francesa de Leos Carax -Pola X es su título- la incombustible Catherine Deneuve presta su talento a un cineasta que ha tardado ocho años en rodar, tras el ruinoso capricho de Les amants du Pont Neuf.

La aportación francesa cuenta con la aportación de un asiduo -el chileno Raúl Ruiz- que en Le Temps retrouvé se enfrenta a Proust; de un debutante -Jacques Maillot con Nos vies heureuses-, y de alguien que espera confirmación: Bruno Dumont, descubierto gracias a La vie de Jesus. Cuatro cineastas estadounidenses con fama de independientes figuran en competición. Se trata de Ghost dog, el camino del samurai, de Jim Jarmusch; Limbo, de John Sayles; Una historia auténtica, de David Lynch, y Cradle Will Rock, una obra en la que Tim Robbins evoca un episodio de juventud de Orson Welles.

Para Gilles Jacob, director del festival, la selección de este año "se distingue porque casi todos los filmes abordan temas y problemas contemporáneos", testimonio, según él, "de un recobrado interés por las cuestiones sociales". Es probable que ése sea el caso de Michael Winterbotom con su Wonderland, de Amos Gitaï -primer director israelí incluido en la competición de Cannes-, con Kadosh, o de representantes de la ya célebre "escuela iraní", que presenta tres cortometrajes reunidos bajo el título de Los cuentos de Kish.

De otro clásico de Cannes, el canadiense Atom Egoyan, veremos El viaje de Felicia, mientras que el chino continental Chen Kaige acudirá, si su país se lo permite, con El emperador y el asesino. No se prevé que las autoridades también tengan que pronunciarse sobre una producción de Hong Kong, firmada por Yu Lik Wai. Cinematografías de gran tradición como la italiana o la japonesa tienen una presencia mínima en el concurso. El ya veterano Bellochio acude con La Balia, mientras que el recién mitificado Takeshi Kitano estrenará El verano de Kijuro. El mayor de entre los cineastas en activo, el portugués Manoel de Oliveira, dará a conocer A carta, mientras que los hermanos Dardenne acuden con Rosetta. La lista de títulos a competición se cierra con El coronel no tiene quien le escriba, García Márquez revisitado por el mexicano Arturo Ripstein.

En La Semaine de la Critique Iciar Bollaín estrenará su segundo largo: Flores de otro mundo. Lo ha escrito con Julio Llamazares y lo protagonizan José Sancho, Lissete Mejía, Chete Lera, Elena Irureta y Luis Tosar. Una historia basada en esas caravanas de mujeres destinadas a paliar la demografía exclusivamente masculina de un pueblecito andaluz.