Los asesinos de Denver se habían propuesto matar a cientos de compañeros
También querían estrellar un avión en Nueva York
Mientras la comunidad de Littleton enterraba ayer a otras cinco víctimas de la matanza del martes en el instituto Columbine, la policía reveló partes del diario de uno de los asesinos, Eric Harris, que muestran su intención de "destruir gran parte del instituto y matar por lo menos a 500 personas". Una vez concluida esa "misión", los muchachos pensaban expandir la matanza por todo el barrio y secuestrar un avión para estrellarlo en Nueva York.
"Por poco logran sus objetivos", dijo ayer John Kiekbusch, el sheriff a cargo de la investigación. En su diario, Harris se mostraba optimista respecto al éxito de su planeada carnicería, hasta el punto de proyectar ataques futuros. Uno de ellos era el secuestro de un avión comercial, que deseaban desviar a "una ciudad grande como Nueva York" para estrellarlo en medio de la población. Kiekbusch dijo que, en sus entradas de diario, Eric fantaseaba con la idea de que él y Dylan Klebold sobrevivirían a la hazaña y se esconderían en una isla por el resto de sus vidas. Las autoridades pusieron ayer en libertad a una chica de 18 años, amiga de Klebold, a la que habían interrogado respecto a su posible participación en la compra de armas. Las autoridades de Littleton aún no saben si la muchacha estaba al tanto de los planes de la matanza. Pero seguían sin descartar la posibilidad de que uno o varios cómplices ayudaran a Eric y Dylan a sembrar las decenas de bombas esparcidas por la escuela.
Chistopher Colwell, del centro médico de Denver, encontró los cuerpos de Eric y Dylan uno al lado del otro en la biblioteca de la escuela. Según el médico, uno de los jóvenes murió de un balazo en la boca y el otro de un balazo en la sien. La policía seguía ayer sin saber cómo habían materializado su suicidio.
Los padres de Eric y Dylan podrían ser procesados, ya que los investigadores encontraron en la habitación de uno de los muchachos un diario lleno de evidencias que prefiguraban la matanza. "Los padres tenían, bajo su propio techo, señales claras de lo que estaba a punto de suceder", dijo el gobernador de Colorado, Bill Owens.
"Tenemos que averiguar qué es lo que los padres sabían o deberían haber sabido y tomar las medidas necesarias", dijo al respecto la fiscal general de EE UU, Janet Reno. "Es importante que identifiquemos quién es responsable de que estos niños hayan conseguido armas".
Por el momento, las críticas sobre el por qué de la matanza se centran en torno a la violencia en el cine, la televisión y los medios de comunicación. Bill Clinton, en su único intento de ir en contra de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), dijo el sábado que redactaría una propuesta de ley para evitar que los adolescentes con un historial de violencia puedan conseguir armas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.