"Le vigilaba de cerca"
Al pequeño D.R., lo que más le gustaba al salir del colegio era jugar con su abuelo en la obra. La arena, las máquinas y sobre todo estar con el abuelo le entretenía. Por eso su presencia en la plaza de la Constitución ya se había vuelto algo habitual.El abuelo del niño es un veterano en el sector de la construcción. No en vano lleva 20 años trabajando como director de obras para el Ayuntamiento de Colmenarejo. Los vecinos comentaban ayer que el propio abuelo no perdía de vista al nieto ni un instante cuando el zagal jugaba por las inmediaciones de la obra. "No le quitaba ojo a su nieto. Le vigilaba muy de cerca", aseguraron varios vecinos. "Esto ha sido un trágico accidente, una desgracia", se lamentó otro vecino.
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