LOQUILLO CANTANTE "La situación de Cataluña es la de Yugoslavia hace diez años"
José María Sanz (Barcelona, 1961), más conocido como Loquillo, es un pívot del rock que, desde la madurez de una carrera que lo convirtió en cantante de culto, quiere tomar partido en la sociedad que le ha tocado vivir. Primero con Sabino Méndez, luego con Los Trogloditas y ahora con Gabriel Sopeña, el chico del barrio barcelonés del Clot se ha convertido en personaje de cómic y canta versos de Octavio Paz, Gil de Biedma y Benedetti en su último proyecto. Pregunta. ¿Ha temido alguna vez el ciudadano Sanz a Loquillo? Respuesta. No, porque el ciudadano Sanz creó un personaje hace 20 años. Y el buen actor es aquel que termina siendo su propio personaje. P. Ahora, además, han hecho de Loquillo una historieta... R. Estoy muy orgulloso de que la Marvel me haya dedicado un cómic. Yo he crecido con Silver Surfer y el Capitán América. P. ¿Ser rockero exige asomarse a menudo al wild side? R. Todos los que hablan del lado salvaje son los que nunca han estado. El lado salvaje no es el que nos cuenta Lou Reed, es levantarse a las cinco de la mañana para ir a una fábrica, y mantener una familia con 150 billetes y llegar. Mantener a una familia en los tiempos que corren sí es vivir en el límite. P. ¿Hace falta ser duro sin perder la elegancia? R. A nosotros nos marca el hecho de ser de barrio. Eso es definitorio, da una visión de la vida muy diferente a la del hijo de torero o de un diputado socialista. P. ¿Un poema puede tener más electricidad que un buen riff de guitarra? R. Una canción de Jacques Brel puede ser más contundente que una de Guns & Roses. No es lo que comes, sino cómo masticas. A veces, el rock peca de frivolidad. P. ¿Su trabajo con Sopeña reivindica la cultura del castellano? R. La situación que se vive en Cataluña es muy grave, pero los medios de comunicación no lo dicen. Es muy parecido a lo que había en Yugoslavia hace 10 años. Cuando un gobierno cierra una emisora de radio, algo que hace 10 años era impensable, la cosa va en serio. De una forma educada, se está invitando a los que no pensamos así a que nos vayamos. Lo que ocurre con Félix de Azúa, con Marsé, con Vázquez Montalbán... O lo que está ocurriendo con los directores de cine, que se tienen que largar a Madrid. El que defiende el hecho de ser diferente, ese lo tiene mal. Si eres una persona abierta al mundo, se te cataloga como españolista. P. Barcelona siempre ha sido una ciudad abierta al mundo... R. Sí, pero mucha gente quiere cerrar con llave. Mi Barcelona nace de la inmigración, la Barcelona mestiza. Esa es mi cultura, no la del pensamiento único.
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