El euro se derrumba a un nuevo mínimo con el dólar mientras Duisenberg se resiste a intervenir
El euro se derrumbó ayer hasta 1,0330 dólares, su mayor depreciación frente a la divisa estadounidense desde su nacimiento, el 31 de diciembre pasado. El valor de la divisa estadounidense frente a la peseta llegó ayer a 160,80, el precio más bajo desde noviembre de 1985. Desde el Banco Central Europeo, que ayer finalizó su reunión de Consejo de Gobierno, surgió una "intervención verbal" en favor del euro. Su presidente, Wim Duisenberg, defendió el potencial de recuperación de la moneda europea y se resistió a hablar de una intervención en los mercados para rescatarla.
Mientras Wim Duisenberg se preparaba ayer para explicar por qué el euro seguía batiendo nuevos mínimos históricos, la moneda única rompía uno más. Antes de la comparecencia de Duisenberg llegó a cotizarse a 1,0330 dólares, su nivel más bajo desde su nacimiento el pasado 1 de enero. En el mercado de Nueva York, el euro cayó hasta 1,0327 dólares. Si, por otra parte, se hace un cálculo simulado tomando el actual euro y la canasta de monedas que lo forman desde mucho tiempo antes, el nivel de caída es un auténtico récord. Analistas Financieros Internacionales hizo este ejercicio y el resultado fue que si el euro existiese desde hace 10años, también el de ayer sería su nivel mínimo histórico. Y en este cálculo se incluyen las variaciones del mercado. Finalmente, el tipo de cambio fue fijado en 1,0382 dólares.En el caso de la peseta, anclada a un cambio fijo con el euro y a dos años de desaparecer de la circulación, el dólar valía ayer 160,80, su precio más bajo de los últimos 14 años. En febrero de 1985 un dólar llegó a costar 191,60 pesetas y fue descendiendo desde entonces. Incluso en 1997, año en que comenzó la crisis asiática, la peseta no llegó a depreciarse tanto frente a la divisa estadounidense. Llegó cerca, a 159,40 el 6 de agosto de ese año.
Conociendo los hechos, Duisenberg salió decidido a defender al euro. "A juicio del Consejo de Gobierno, el principal factor económico detrás de esta evolución a corto plazo obedece a divergencias cíclicas entre la zona euro y Estados Unidos, que está previsto que disminuyan este año y después", dijo el presidente del BCE. Y para rematar su defensa del euro afirmó: "Es una moneda basada firmemente en la estabilidad interna de los precios, que tiene un claro potencial para un mayor valor externo".
En referencia al caso del déficit público de Italia, país al que los ministros de Finanzas de la UE le permitirán excederse del 2% del PIB al 2,4% de déficit para este año, el presidente del BCE dijo que es un caso aislado y que el Gobierno italiano conserva intactos sus objetivos finales. Se refería a que Italia se comprometió a no sobrepasar un déficit del 1% para el 2000. Duisenberg se negó a especular sobre una intervención del BCE en defensa del euro, y agregó que hablará de la medida "cuando sea necesario, pero no ahora". El futuro presidente del Bundesbank, Ernst Welteke, coincidió con Duisenberg en que "no hay razón para intervenir" para sostener el euro.
El presidente del BCE reconoció, además, que la guerra de Kosovo ha impregnado de "volatilidad" al mercado monetario europeo, pero que, según los cálculos preliminares del banco, el conflicto no tendrá incidencia en los presupuestos de la UE. Duisenberg también descartó que la depreciación del euro provocara un alza de la inflación en la zona euro, y recordó que en abril el IPC armonizado ascendió hasta el 1,1%, muy por debajo de límite del 2% que el BCE considera preocupante. Esta posición es sobre la que más dudan los expertos. Para muchos de ellos, tras la caída del euro es sólo cuestión de tiempo para que la inflación se eleve en la zona euro.
El BCE optó por mantener intactos los tipos básicos de interés al 2,5%.
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