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GUERRA EN YUGOSLAVIA Acuerdo de Paz

Milosevic entrega Kosovo al control de la OTAN

El presidente yugoslavo acepta todas las condiciones pactadas por Rusia y los aliados

El resultado de la mediación internacional en Belgrado parece indicar que Slobodan Milosevic ha capitulado. Ha costado más de 72 días de bombardeos,un millón de refugiados y miles de muertos. El líder yugoslavo aceptó ayer todas las condiciones que le fueron presentadas por el mediador de la Unión Europea, el presidente finlandés, Martii Ahtisaari, y el mediador ruso, Víktor Chernomirdin. El documento de 10 puntos que le ha sido impuesto a Milosevic incluye y desarrolla las cinco condiciones elaboradas por el Grupo de los Ocho. El acuerdo es "el primer paso para la paz", dijeron al unísono Ahtisaari y el presidente de turno de la UE, el canciller alemán Gerhard Schröder en la cumbre europea de Colonia.

El alto el fuego "puede comenzar muy pronto después de la verificación, en horas o en días", dijo el presidente finlandés, sin poder precisar cuándo, porque "hay que estar seguro de que se cumple lo que hemos acordado".Ahtisaari y Chernomirdin llegaron a Belgrado, vieron y vencieron. Milosevic pretendió introducir "unas mejoras" en los dos folios del texto y los mediadores replicaron que carecían de autoridad para negociar. "Le dijimos que era la mejor oferta que podíamos hacerle y lo entendió", dijo Ahtisaari a su regreso, en una emocionante rueda de prensa en Colonia.

Todo indica que el alto el fuego es un mero problema técnico. Ayer empezaban ya los contactos entre los militares aliados y los yugoslavos sobre los detalles de la verificación de la retirada previa a la suspensión de los bombardeos. El Consejo de Seguridad debe comenzar a preparar el proyecto de resolución, señaló el presidente finlandés, quien, como experto negociador internacional repitió, prudente: "La prueba del pudin se hace al comerlo". En las tres reuniones de los mediadores con Milosevic, éste formuló preguntas sobre el papel de la ONU y la presencia militar internacional, dijo Ahtisaari. Lo digirió todo.

"Éste es un buen día para Europa, incluidos los yugoslavos", exclamó Schröder. La aceptación de la plataforma conjunta supone el comienzo de un proceso político que dará amplia autonomía al Kosovo dentro de una Yugoslavia íntegra y soberana. El canciller elogió la "testarudez", "paciencia" y "capacidad diplomática" de Ahtisaari, quien viajaba por primera vez a Belgrado como mediador, pero se había reunido en cuatro ocasiones con Chernomirdin y Talbott para redactar el ultimátum, tarea muy ardua, pues Rusia insistía en que los bombardeos de la OTAN debían suspenderse antes de la retirada de tropas.

Plataforma impuesta

El documento se perfiló en la larga víspera nocturna de Petersberg (cerca de Bonn) en la que Chernomirdin estuvo al borde de romper la baraja con el subsecretario de Estado norteamericano, Strobe Talbott. La plataforma impuesta consagra las cinco condiciones de la OTAN (fin de la violencia, retorno de los refugiados, retirada yugoslava de Kosovo, presencia militar internacional, autonomía para Kosovo). Una vez aceptada por Moscú, se convirtió en ultimátum para Belgrado, aunque exhibe algunos cabos sueltos sobre la estructura de mando de la fuerza, aún por negociar. "Si los rusos se hubieran apuntado hace dos meses, no habría habido guerra", comentó un diplomático. La cumbre de Colonia cerraba ayer una guerra que comenzó cuando la cumbre de Berlín, el 24 de marzo. De una cumbre a otra se han puesto a prueba la cohesión de la Alianza Atlántica, su eficacia militar y la unidad de los europeos. Por delante, se perfilan la puesta en práctica de las lecciones aprendidas, tal vez un impulso serio a la capacidad europea para crear una política exterior y de defensa común. Por delante queda también el plan de estabilidad de los Balcanes, que obligará a un gran esfuerzo económico.Chernomirdin y Ahtisaari se fueron a Belgrado con una plataforma común de 10 puntos (los esbozados por el G-8 y desarrollos de procedimiento), en la que se aceptaba "un mando y control unificado" de las futuras tropas de pacificación en el Kosovo. Detrás de esta pantalla, sin embargo, todavía hay diferencias entre Rusia y la Alianza. El orden de los pasos que hay que dar para la constitución del contingente, según la perspectiva atlantista, tiene varias etapas. En primer lugar, los ministros de Exteriores del G-8 aprobarían posiblemente la semana próxima en su reunión de Colonia los puntos básicos de la Resolución del Consejo de Seguridad, que no hará referencia a la OTAN, sino a los "Estados interesados" en componer la fuerza internacional.

La capitulación de Yugoslavia, producto de intensos esfuerzos de Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea, es clara. "Yugoslavia acepta el documento de paz traído por los altos representantes de la Unión Europea y Rusia", según un comunicado de la presidencia difundido ayer por la agencia oficial de noticias Tanjug. "Las tres partes acordaron unánimemente que su compromiso con la paz es de vital importancia, no sólo para Yugoslavia sino para toda la región y Europa", añade.

La declaración fue emitida poco después de que el Parlamento serbio, de 250 escaños (con algunas ausencias) aprobara por 136 votos a favor, 74 en contra y tres abstenciones el plan de paz que contiene condiciones considerablemente más duras que el que los serbios rechazaron en Rambouillet. El plan, que el Gobierno de Milosevic intentaba anoche presentar como una victoria política alegando que contiene garantías de "la integridad y soberanía yugoslava en Kosovo", fue discutido a puerta cerrada.

Al término de la sesión extraordinaria del Legislativo serbio, los principales partidos de la coalición de Gobierno -Partido Socialista (SPS) e Izquierda Unida (JUL), el primero dirigido por el propio Milosevic, el segundo por su esposa, Mira Markovic-, declararon que el documento era a todas luces aceptable y honorable. "Hemos defendido nuestra patria contra el agresor salvando al pueblo de más daños. Sin perder la guerra, hemos entrado en el camino de la paz", dijo el consejo ejecutivo del SPS. "Aceptamos hasta la última letra del documento", afirmó por su parte un portavoz del JUL.

Sin embargo, el otro socio de la coalición, el Partido Radical Serbio (SRS) del ultranacionalista y ultraderechista Vojislav Seselj, el hombre que viene combatiendo contra todo tipo de concesiones, amenazó anoche con retirarse del Gobierno denunciando que el plan "es un plan de la OTAN".

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