Los ciscaristas de Castellón fuerzan una dirección provisional
La mayoría de la ejecutiva local del PSPV en Castellón presentó, en la noche del jueves, su dimisión. Los dimisionarios, ciscaristas en su mayoría, presentaron un documento en el que acusaban a la dirección el haber marginado a "su" parte de la agrupación local, tras "una pretendida integración de las dos mitades del partido". Esta decisión, encabezada por el presidente de la comisión ejecutiva, Clemente Agost, (que se presentó y perdió las elecciones primarias en la capital de La Plana), provocará, probablemente, el nombramiento de una gestora, que será la que determinará la fecha de la próxima asamblea general del colectivo castellonense. La propuesta de fijar el día en el que había de celebrarse esta reunión con todos los socialistas castellonenses figuraba ya en el orden del día de las dos últimas ejecutivas, aunque este punto no llegó a debatirse. El escrito está firmado por 15 personas, a las que cabe añadir otras cuatro más que dimitieron en la anterior ejecutiva. Los 19 dimisionarios suman más de la mitad del total de los 37 miembros del comité, que surgió tras una crisis abierta en el colectivo local que se cerró en una mesa de negociación, con el visto bueno de las personas elegidas para ocupar cada uno de los cargos. Alegar malos resultados El texto presentado ayer señala que la unidad lograda entonces "únicamente fue posibilitada por la generosidad de una de las partes". Los dimisionarios alegaron como motivo de su decisión los malos resultados alcanzados en las pasadas elecciones. A este respecto no mencionan el hecho de que el PSPV haya logrado más votos en la capital de La Plana, ni la consecución de dos concejales más, sino que indican que "sin entrar en combinaciones estadísticas sofisticadas ni ingenierías contables, la candidatura al Ayuntamiento de Castellón ha obtenido 880 votos menos que la lista de las Europeas y 288 menos que la lista a las autonómicas, con lo que se dice todo". Sin embargo, la parte del texto más elocuente es aquella en la que expresan que "a la hora de elaborar las listas de concejales para el Ayuntamiento de Castellón se ha atendido al dictado de la familia que realmente detenta el poder de la ejecutiva, dilapidando la insólita imagen de unidad que en los últimos tiempos venía dando el partido ante la sorprendida sociedad de Castellón". A esto añaden que "ha sido un hecho la práctica exclusión absoluta de todos los militantes no perteneciente al movimiento Castelló i Progrés", plataforma constituida por renovadores y nacionalistas. La lista elaborada por el entonces candidato a la alcaldía y ganador de las primarias, Ignacio Subías, no contó con el apoyo de la ejecutiva, donde no se votó la lista, aunque sí fue aprobada por la mayoría de la asamblea.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.