El simposio sobre "La cuestión vasca" reclama la defensa de la pluralidad
Respeto a la pluralidad de la sociedad vasca, a las víctimas del terrorismo, a los acuerdos parlamentarios sobre política penitenciaria, al Estatuto de Gernika, que debe ser cumplido en su integridad por el Gobierno, fueron los prinicipales mensajes que se escucharon en el debate final del simposio La cuestión vasca. Una mirada desde la historia. Los cuatro participantes en la mesa redonda, -el analista político Kepa Aulestia, el catedrático de Derecho Constitucional Javier Corcuera, el catedrático de Historia del Derecho Gregorio Monreal y el jurista Emilio Guevara-, respondieron con el concepto de respeto a las preguntas que lanzó la moderadora y directora del simposio, Mercedes Arbaiza, sobre la ordenación jurídica actual, la pluralidad de la sociedad vasca y la territorialidad. Kepa Aulestia (antiguo secretario general de la extinta Euskadiko Ezkerra), quiso dejar claro que son necesarias unas condiciones mínimas para el entendimiento y para solucionar un problema, "que en estos últimos años se ha alentado más que resuelto". Entre estas condiciones destacaría el "reconocimiento a la pluralidad de los vascos y las distintas opciones nacionales que conviven, porque la sociedad vasca no ha cambiado de parecer en estos últimos 25 años", dijo Aulestia. Y dado que el mismo abanico de opiniones que se registraba en 1975 se percibe ahora, es decir, que los dos bloques políticos siguen teniendo parecido respaldo, es tiempo, en palabras de Kepa Aulestia, "de dejar de pedir prórroga para el desempate". Javier Corcuera, por su parte, optó por la seguridad del ordenamiento jurídico actual. "Los experimentos, con gaseosa", dijo para ilustrar su consideración de que la Constitución española es "un buen acuerdo y una buena garantía de los derechos individuales". En este sentido, rechazó cualquier reforma vinculada con el documento Ardanza cuando era lehendakari o con el Pacto de Estella. "El mejor garante de los derechos que tenemos, hasta ahora, es el Estado", dijo el catedrático de Derecho Constitucional, después de criticar el foralismo, por estar vacío de contenido. Emilio Guevara, ex diputado general de Álava, ahora militante de base del PNV, se definió, en un ejercicio de ironía, como fuerista liberal constitucional en la vida que vivió en el siglo pasado. Guevara reivindicó las virtudes del fuero (no está predeterminado, surge del pacto, reconoce la capacidad de una comunidad para autogobernarse) y lo relacionó con el estatuto de autonomía y el sistema federal. Para el ex diputado general, aquel fuerista del XIX es hoy nacionalista vasco, "porque he caído en la cuenta de que en todos esos territorios en los que existe el fuero hay unas características comunes". Guevara censuró el seguidismo del PNV para con EH ("me tendría que explicar porque se dice que el estatuto está agotado"), aunque también tuvo palabras para el denominado sector constitucionalista: "La reacción anti Lizarra está siendo desaforada y hasta cínica". El más crítico con la situación legal en el País Vasco fue Gregorio Monreal, el único que habló de "déficit democrático". "Quizás en el País Vasco hubiera sido mejor la ruptura que la reforma cuando se murió Franco, aunque afortunadamente se impuso el modelo reformista gracias al entendimiento entre PNV y PSOE", dijo quien fuera el primer rector de la UPV. Monreal señaló que la Constitución era legal en el País Vasco, pero tenía un problema de legitimación, así como señaló que el estatuto sólo obtuvo el 53% de los votos. Monreal insistió en que "no nos tenemos que sacrificar bajo ningún ídolo, las constituciones son un instrumento político".
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