Se vende

Han llegado las rebajas y todo se vende. El Partido Popular ha intentado no perder cuota de mercado al precio que sea y para ello ha dado órdenes al Gobierno de que ponga el cartel de "se vende" al Estado al completo. Ya no estamos hablando de empresas públicas que pasan a ser controladas por los "amigotes" que les controlan los medios de comunicación, a los que se defiende a capa y espada, a pesar de que pongan en tela de juicio a todas las instituciones europeas. Ya no hablamos de sórdidas historias de cesiones de IRPF para garantizarse el voto nacionalista en una investidura, a pesar de que se conozca a priori que el sistema es un auténtico fracaso. En realidad estamos hablando de la pura y simple venta del Estado sin artificios ni tapujos: señores de UM, si apoyáis al PP en el Gobierno de Baleares, entonces el Gobierno central otorgará a esa comunidad el estatus de "nacionalidad", le aportará 100.000 millones más en la financiación autonómica y le dará un régimen fiscal especial como el canario. El maquiavelismo en estado puro. Títulos, dinero y poder fiscal a cambio de que nadie pueda husmear en los 16 años de gobierno popular en el archipiélago. Y la pregunta siguiente es: ¿si por el gobierno balear están dispuestos a dar privilegios reservados constitucionalmente a Canarias, cuánto estarían dispuestos a dar por el gobierno de España? Probablemente cualquier cosa. Al parecer, el concepto de "cuestión de Estado" simplemente no existe en la mente de los populares. ¿Para qué definir un modelo de Estado si después vamos a renunciar a él por mantener el poder? Según el PP, el Estado de las autonomías consiste en dar a cualquiera lo que pida a cambio de su voto y esperar a que los demás se pongan en cola para pedir lo que ya se les ha dado a otros. Además, la oferta del PP a UM ha desvelado claramente lo que desde hace mucho tiempo se viene afirmando desde Andalucía, que la financiación autonómica y las inversiones del Estado en las comunidades autónomas se rigen por el principio de premiar a los fieles y sancionar a los oponentes. Y Andalucía es oponente porque no vota PP, lo mismo que a partir de ahora también lo será Baleares.