"El florido pensil" regresa a Barcelona en castellano

Sobre la escuela del franquismo se ha escrito mucho. El florido pensil habla de esta etapa, por primera vez, sin remover heridas. La obra se ha representado en casi todos los escenarios teatrales de España y en tres idiomas (castellano, catalán y vasco). Esta crítica del sistema educativo nacionalcatólico se puede volver a ver estos días, en su versión original en castellano, en el teatro Principal de Barcelona, donde permanecerá hasta el 15 de agosto. El florido pensil es un compendio de los absurdos de la educación nacionalcatólica. Era un tiempo de tirones de orejas, de argumentos imposibles ("Dios puso España en el centro del mundo porque aquí no hace ni frío ni calor") y de dogmas. En opinión de Fernando Bérmuez, de la compañía vasca Tanttaka Teatroa, lo peor de aquella época era la impotencia que se sentía frente al absurdo de un sistema que no se cuestionaba nada". Desde que se estrenó la obra (un 23-F, el de 1996), los actores de la compañía vasca han ido puliendo un texto que tiene a sus espaldas más de 1.200 representaciones. Atribuyen su éxito a que la obra es directa y habla de aquellos años desde el presente. "Produce cierta catarsis colectiva. A la salida de una representación, todos comentan lo que su maestro les hizo y se sienten identificados", añade Bérmuez. La versión en catalán de la obra (producida por Dagoll-Dagom y Tricicle) se pudo ver hace dos veranos en el festival Grec.